pereira

La tecnología no ha afectado a los escribientes



Antonio Colombo

Desde la aparición de los computadores y el internet las comunicaciones cambiaron de manera radical y se han puesto en jaque varios métodos antiguos de comunicación como las postales, cartas y otras redacciones.


Jaime Ezequiel Bautista, escribiente y vocero de la Asociación de Escribientes Públicos de Pereira, dijo que el desarrollo tecnológico les ha disminuido el trabajo, pero no les ha afectado en todos los aspectos ya que "nosotros operamos en las máquinas de escribir y es muy difícil que los computadores entren a reemplazar las máquinas de escribir, en nuestro caso en particular, ya que nosotros como escribientes llenamos con nuestras máquinas los formatos que no se pueden incorporar en el sistema o que no se puedan elaborar por medio de un computador.


“Existen una infinidad de formatos que sacan las diferentes entidades públicas y privadas que no pueden ser diligenciadas por medio de una computadora y deben sacarlos ante los escribientes para aligerar los procesos”, afirmó Ezequiel Bautista.


“La tecnología no acabará con los escribientes públicos, pese a que muchas consultas que se solían hacer por medio de nosotros, la gente ya las puede hacer de manera directa con un computador, pero en el fondo esta situación no nos afecta pues nosotros con nuestras máquinas de escribir nos encontramos atentos a  las demandas ciudadanas, como también peticiones, quejas y reclamos que presente una persona en particular", reiteró Jaime Ezequiel Bautista.


“Hay que reconocer que la tecnología facilita que la correspondencia se pueda llevar de manera inmediata en tiempo real a las diferentes entidades”, agregó el escribiente.


Hace 8 años se encuentran ubicados en el centro comercial  Fiducentro de manera temporal, en un comienzo fueron en total 24 escribientes, cantidad que ha sido diezmada ya que varios han muerto, otros abandonaron el oficio o se han ido de la ciudad.


En la actualidad quedan 18 escribientes públicos atendiendo toda la población de la ciudad de Pereira.


Estos 18 escribientes esperan  ser reubicados en las instalaciones del Palacio Nacional, cuando este entre en funcionamiento.