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Ser madre, toda una profesión-El Diario del Otún-Febrero 19-2012

Los últimos 12 años la pereirana Luz Estella Salazar Arias ha tenido bajo custodia temporal a más de 60 niños, puestos a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar por diferentes causas relacionadas a maltrato, abandono y abuso sexual por parte de sus padres biológicos. Aproximadamente 742 niños y niñas del departamento se benefician con este programa de hogares sustitutos. 



Aunque esta mujer de 51 años es madre de 4 mujeres y esposa de un hombre pensionado que a su vez cumple un papel de padre para todos los pequeños, el amor por los niños la ha llevado a “profesionalizarse” en el oficio porque según cuenta, “ellos son la alegría de su casa”.

Esta madre sustituta que tiene bajo su protección un niño especial hace 7 años, asegura que la peor parte de su trabajo no es lidiar con los niños si no precisamente separarse de ellos, “eso es lo más duro del programa, aunque ya son muchos los que se han entregado en adopción, a nosotros nos afecta bastante cuando uno de ellos se va, como en el caso de una bebé que ingresó al programa recién nacida y fue adoptada 5 años después”, explicó.

Salazar Arias argumenta que ser madre sustituta es la misión que Dios le puso a cumplir en la vida por lo que espera recibir niños hasta que su salud se lo permita, “cuando este muy mayor no recibiría más niños menores, pero continuaría cuidando al muchacho con discapacidad que vive en la casa”, afirmó.

Agrega que a pesar de lo difícil de la separación, a su familia y a ella les queda la satisfacción de dar amor a quien más lo necesita, “me gustan mucho los niños y hacer una labor social. Además en mi casa hay muchas manos para cuidarlos y ayudar. Como madre sustituta yo puedo  recibir el niño que lo necesite y cuidar de él”.

Ser madre, un drama para adolescentes - El Diario del Otún-Febrero 5-2012

 Cerca de 12.200 nacimientos fueron registrados en Risaralda en el año 2011 por la Secretaria de Salud Departamental, de los cuales 3050 fueron madres menores de 20 años, y 122 madres adolescentes menores de 14 años.
 
“Cuando adolescente tenía una vida muy desordenada, una noche de tragos estuve con alguien que apenas conocía y quedé embarazada. Lo supe tres meses después, toda mi familia se me vino encima y aborte. Sin embargo buscando resarcir el daño volví a quedar en embarazo, y tuve el niño”, relató María Alejandra Guerrero, una joven pereirana que a sus 21 años de edad, ya es madre de dos hijos, y ha vivido en carne propia la responsabilidad de dar una vida, sin tener la suficiente madurez.



Guerrero no le tuvo nunca miedo a un hijo, incluso pensaba a su corta edad, que tenerlo era una manera de no sentirse sola, pero lo que realmente le asustaba era no contar con el apoyo de una pareja, según explicó la joven, que confesó a El Diario del Otún, que abortó su primer embarazó por miedo.




“Luego de haber abortado, me sentía muy mal, y pensé que la única manera de aliviar mi pena, era asumir la responsabilidad que había evadido en un primer momento, sentía que tenía que tener un hijo y sacarlo adelante con o sin el apoyo de mi familia” explicó Guerrero, quien al tener una relación estable quedó intencionalmente embarazada.




“Mi familia no lo podía creer, me decían que si no había aprendido, ya a que no se puede jugar con la vida de un bebe, que como me iba hacer cargo sin terminar el bachillerato. Ellos no entendían lo que me pasaba” relató la joven, quien tuvo su hijo a los 17 años de edad.




“La vida cambia totalmente, aunque es hermoso tener un bebe, llevar la obligación de un hijo no es nada fácil, los gastos, el tiempo, son cosas con las que uno no cuenta y que llevan el mayor peso de la obligación” aseguró Guerrero, quien agradece la colaboración y el apoyo incondicional de su madre.




La joven que hoy aconseja a las adolescentes que piensen muy bien lo que hacen, y que no sean irresponsables con la vida sexual, no solo por la posibilidad de un embarazo, sino también por las enfermedades de transmisión sexual de las que hay que cuidarse, nuevamente debió enfrentar a sus 20 años un embarazo.




“Todo el mundo me decía que abortará este segundo hijo, que estaba muy joven para tener dos responsabilidades. Pero yo el mismo error no lo iba a cometer dos veces. Decidí asumir mi descuido” puntualizó María Alejandra, quien sueña con entrar algún día a la universidad, y posee habilidades evidentes para las artes plásticas, a través de las cuales ayuda para el sustento económico de su familia.




Estadísticas
Como Guerrero, en el 2011 al menos 3050 jóvenes en Risaralda, menores de 20 años se hicieron madres, lo que hoy es una situación bastante común para los ciudadanos, pues está edad es la que más le aporta a la tasa de fecundidad del departamento, según explicó Cristian Herrera Giraldo, director operativo de salud pública.




“Cerca de 12,200 nacimientos se registraron el año pasado en la Secretaria de Salud Departamental, de los cuales el 25 % de estos nacimientos se dieron en mujeres menores 20 años y el 1 % en menores de 14 años, que equivale a aproximadamente 122 niñas que son madres” indicó Herrera, quien aseguró son varias las acciones que este despacho realiza para prevenir los embarazos en adolescentes, no solo por la problemática social que significa, sino por el riesgo que representa  en la salud, pues el cuerpo de las jóvenes no está preparado para un embarazo.




Escuelas Saludables, Jóvenes P y asistencia técnica a las IPS desde una estrategia de Servicios Amigables para Adolescente, son algunos de los programas que adelanta la Secretaría de Salud del Departamento, para prevenir los embarazos a temprana edad.




Sin embargo el llamado para los padres es dejar el tabú sobre el tema de la sexualidad, aconsejar a los hijos, hablar sobre los riesgos que puede ocasionar un embarazo o en el peor de los casos una enfermedad.




Campaña
Por su parte, el gobierno nacional ha decidido iniciar una campaña en todo el país para reducir los embarazos en adolescentes, en la que en tres años espera invertir $250 mil millones. La razón, Colombia ocupa el segundo lugar en América Latina con mayores índices de jóvenes menores de edad madres o en embarazo con un 19,5%, superado solo por Venezuela con un 21%. 
La nueva estrategia gubernamental comenzará a aplicarse en un principio en los 181 municipios de los departamentos más afectados con esta embarazosa problemática.



Datos
 Una de cada cinco adolescentes estaban en proceso de gestación o ya habían sido madres, Según la encuesta Nacional de Demografía de 2010. El 64% de ellas reconocieron que sus embarazos eran no deseados y sólo la mitad dijo que había pensado en tener un hijo, pero más adelante.



Mientras el embarazo total pasó de 91 a 74 casos por cada 1.000 mujeres entre 1990 y 2005, el de adolescentes subió de 70 a 90 casos durante el mismo período. Sólo en 2010 tuvo una pequeña caída hasta 84 casos.




Según Claudia Gómez, directora nacional de Investigaciones de Profamilia, el 55% de los casos afecta a mujeres sin educación y cerca del 40% a aquellas que sólo habían cursado la primaria.




 En Risaralda aproximadamente 122 niñas menores de 14 años tuvieron hijos en el 2011, lo que representa el 1% de la población gestante que alcanzó los 12.200.