pereira

Vendedores ambulantes, lucha diaria - El Diario del Otún - Enero 21 2013


Hace 20 años César Augusto Giraldo, trabaja en  la calle como vendedor ambulante, debido a la falta de oportunidades y al fallecimiento de sus padres cuando tenia 5 años, desde ese entonces este hombre se vio obligado a buscar su sustento diario, por lo que abandonó su natal Pereira esperanzado en tener un futuro mejor, Giraldo se fue para Palmira (Valle)  donde empezó el oficio ambulante ofreciendo baratijas a los transeúntes y soportando el acoso constante de las autoridades.

Pasaron los años y César regresó a su ciudad, la lucha por sobrevivir ahora es más difícil, pues sus hijos y su esposa depende de las ventas que  obtenga en las calles, él nunca ha recibido una ayuda que le permitan dejar su oficio, por lo que manifiesta que si no le ofrecen una buena alternativa, seguirá trabando en las calles de Pereira.


Historia
Por otro lado está María Rubiola Romero, quien llegó a Pereira hace 28 años procedente del municipio de Santuario, desde los 13 años esta mujer empezó el 'rebusque', medio tiempo trabajaba como empleada domestica y el tiempo restante salía a las calles del centro vendiendo silicona y veneno para ratas y cucarachas.


 “Taison”, como apodan a María en las calles, ha  conseguido montar un puesto de bolsos y almanaques y ha querido salir de la informalidad, señala que la falta de oportunidades le han trucando sus sueños, pues aunque los gobiernos de turno le han brindado ayudas, nunca le han cumplido. Sus ganas de salir adelante la llevaron a estudiar panadería en el Sena y a conseguir un local en  arriendo  para ejercer su oficio, los suministros que la alcaldía le prometió nunca llegaron, por lo que debió volver a la informalidad.


Al igual que María y César, se calcula que unos  mil vendedores ambulantes de la capital de Risaralda tienen que ir a las calles para poder subsistir, pues con frío, hambre o calor ellos deben salir a trabajar para poder llevar el pan a sus casas. Para ellos cada día de trabajo es un día de combate.


Leyes
Aunque la Constitución, en su artículo 17, consagra el derecho al trabajo, a este gremio se le persigue como no se hace con los delincuentes. La falta de un permiso o la violación de las normas que han sido dictadas para exterminar a los vendedores, da derecho a la Policía para detenerlos 24 horas, para impedirles laborar durante varios días y para cometer toda serie de atropellos, argumentado que la única justificación para estos abusos es la de que los vendedores "enmugrecen la ciudad".


Ninguna de las medidas impuestas logra detener la avalancha de personas que cotidianamente se lanzan a las calles, al sector de las ventas ambulantes donde confluye gran parte de los desempleados y de los que buscan una forma para aumentar sus esporádicos jornales.


Represión
Al tiempo que aumenta la represión, aumenta también la unidad de los vendedores, quienes alegan su derecho al trabajo y cuestionan el incumplimiento de los acuerdos que solo quedan en el papel. Este sector ha librado una constante lucha con los controladores del espacio público,  hombres, mujeres y niños que se enfrentan a las autoridades y ante la brutalidad y las amenazas siempre responden: "Trabajar no es un delito, mientras la alcaldía no nos garantice un empleo seguiremos en esta actividad".


Estadísticas
Los vendedores ambulantes son hijos del desempleo y aunque según datos del Dane, la tasa de desocupación se mantuvo en   14,8 %, esto no indica que la economía haya generado suficientes puestos de trabajo, en relación con el aumento de habitantes  601.000, de los cuales 129.800 personas que viven en la pobreza, y 13.222 en la pobreza extrema o miseria.


Pacto cívico
→ Según el  Personero municipal, Néstor Javier Arango, “lo que hay que hacer es un cronograma de trabajo que permita  determinar la ocupación o desocupación racional en un límite de tiempo por las ventas informales. El acompañamiento de la Personería a los actores del Pacto Cívico es total, estamos comprometidos  para que ese ejercicio de concertación no se pierda y  se lleve feliz término”.

→ El diputado Alonso Molina  pidió a la administración local "que revise los términos del Pacto Cívico vigente, para corregir sus vacíos, identificar qué no se cumplió y por qué e incorporar a más actores sociales e institucionales, para que en un gran acto público en la Plaza de Bolívar, lo suscribamos todos y nos comprometamos con sus términos". 

→ Luego del caos que se formó en diciembre, debido al aumento de vendedores ambulantes en el centro de la ciudad, la alcaldía de Pereira citó a este gremio a una reunión para buscar una solución a la problemática, el próximo 30 de enero se dará a conocer una hoja de ruta para mejorar el espacio público en Pereira.


La cifra
2000 vendedores  informales existen en la capital de Risaralda