Las fuertes lluvias registradas de las últimas semanas ocasionaron que el Río Otún aumentara su creciente arrastrando consigo arboles y todo tipo de desechos, que terminaron colisionando contra uno de los puentes peatonales colgantes del barrio La Esneda.
Los constantes golpes del material acumulado debilitaron una de las cuerdas que sostiene la estructura de hierro, haciendo que la misma perdiera su nivel, y a pesar de que las autoridades sellaron el paso mismo ante la calamidad, la comunidad se encargó de abrirlo nuevamente pues es la manera más asequible para salir del barrio.
Carlos Mario Garcia, director operativo de la Oficina Municipal de Prevención y Atención de Desastres (Ompade), expresó a El Diario del Otún que fue la Gobernación de Risaralda fue la encargada de ejecutar la construcción y montaje de la estructura colgante, por tanto es esta misma la encargada de dar solución a la problemática.
De otro lado Jario Antonio Giraldo, de 52 años de edad, y quien es habitante del barrio afectado desde que tenia 5 años, cuenta que durante la construcción del paso peatonal, fue contratado como ayudante para soldar la estructura, agregando además que desde entonces ningún ente se encargo del mantenimiento del mismo.Mientras tanto y después de 6 días de presentarse la problemática, las soluciones no llegan y personas de todas las edades, incluyendo madres con sus pequeños hijos siguen exponiendo su vida al atravesar el puente con el fin de llegar hasta los lugares de trabajo y otros.
Inestable
Además de estar totalmente desnivelado e inestable el puente colgante presenta otros tipo de fallas que ponen en igual peligro a la comunidad la cual teme que en otra creciente del río ya mencionado termine llevándose el paso de más fácil acceso.
