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Pereira - Los aparcaderos en cintura -Feb 23 2011

Según una norma recientemente expedida por la Superintendencia de Industria y Comercio, los aparcaderos de cualquier ciudad del país tendrán que responder por los daños o robos que le sucedan dentro del lugar a cualquiera de los vehículos que hayan recibido para su cuidado y vigilancia.

Eso significa que cualquier advertencia que se coloque en las entradas de los aparcaderos o en la papelería que utilicen diciendo que no se responde por los objetos que se dejen en el interior de los vehículos, no tiene ninguna validez, y que los dueños de estos establecimientos tienen que responder y pagar lo que se pierda y los daños que por cualquier razón se le hagan a uno cualquiera de los automotores.

Hoy estos negocios no responden por nada, simplemente se amparan en los avisos que ponen en las oficinas y que dicen que salvan su responsabilidad de cualquier pérdida o daño que se le cause a los vehículos, y con eso se salen del problema y de tener que correr con los costos de los daños y de los robos ocasionados en el sitio. Y lo más grave, nadie les hace asumir su responsabilidad ni hay ninguna autoridad que se esté ocupando de los excesos que se cometen con los usuarios del servicio de parqueo.

Por eso, el negocio de los aparcaderos se ha vuelto una anarquía total especialmente en ciudades como la nuestra que no tiene muchos de estos establecimientos ni los hay construidos o adecuados específicamente para esto. Nadie les controla las tarifas, ni el espacio utilizado, ni las condiciones del lugar, ni el cupo, ni la seguridad, ni los horarios, ni el resto de las exigencias que hacen del local un sitio apto para prestar el servicio de parqueo por horas o por días. 

Nos parece, pues, oportuna la disposición que ha expedido la Superintendencia de Industria y Comercio y que obliga a los aparcaderos a asumir la responsabilidad de todo lo que pase en su interior. Este servicio no puede seguir siendo lo que es hoy, un negocio de una sola vía donde los dueños de los establecimientos cobran lo quieran y son control por recibir los vehículos, pero no asumen ninguna responsabilidad ni responden por nada de lo que allí pase. 

Lo importante ahora es que las autoridades municipales hagan cumplir la norma y se obliguen a los dueños de estos negocios a responsabilizarse por lo que les pueda pasar o se pueda perder de los vehículos puestos bajo su custodia.