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Uso de guadañas, un tema por revisar



El sonido del motor de una guadaña da a entender al desprevenido y hasta al más despierto, que frente a él se encuentra un peligro que le puede causar desde una lesión leve hasta una muy severa.


Pero la responsabilidad de evitar el riesgo de ser herido por una esquirla de una botella, por una piedra diminuta, o por otro elemento que suelen tirar los ciudadanos del común a la calle como si fuera el basurero público, gracias a una guadaña recae precisamente en el propietario de las misma.



Si bien es cierto la Constitución Nacional y gran cantidad de normas y leyes que se han producido en el país, propenden porque el ser humano tenga todas las condiciones necesarias que le permitan llevar una vida digna, y uno de esos elementos tienen que ver con el trabajo y con la formación de la libre empresa.



Si embargo en esas mismas normas, o por nombrar alguna la Ley 9 de 1979 dice claramente en uno de sus apartes que se debe buscar no sólo la integridad del mismo trabajador sino la de terceros que no tienen nada que ver con la misma actividad pero que pueden salir afectados.



Mayor claridad se encuentra en el parágrafo del Artículo 84 de la Ley mencionada anteriormente: “Los trabajadores independientes están obligados a adoptar, durante la ejecución de sus trabajos, todas las medidas preventivas destinadas a controlar adecuadamente los riesgos a que puedan estar expuestas su propia salud o la de terceros, de conformidad con las disposiciones de la presente Ley y sus reglamentaciones”.



Si se va a ver en la realidad, ni las administraciones municipal y departamental toman cartas en el asunto a pesar de que están en ley, o usted ha visto por su casa en el centro de la ciudad o en la periferia a un funcionario exigiéndole a una persona de estas las medidas de seguridad que se requieren.



Es tanta la irresponsabilidad de la mayoría de ellos que sino se preocupan por la seguridad de ellos, mucho menos lo hacen por los demás, o será que estas imágenes dicen lo contrario. 

"Lo que me tiene más preocupada es que no respetan que uno pase por el lado de ellos, no detienen esa máquina y les importa muy poco que  uno resulte lesionada, sería muy bueno que les exijan que cumplan la ley como debe ser", afirmó Débora Cambindo, habitante del barrio Galán.



Y lo que ocurre no es que no entiendan la ley, no la quieren utilizar, o quién de ustedes ve dificultad en entender este aparte del Artículo 85º aparte B, el cual dice que se debe “Usar y mantener adecuadamente los dispositivos para control de riesgos y equipos de protección personal y conservar en orden y aseo los lugares de trabajo”.



Este tema tiene que ver con preservar no sólo la salud propia, sino la de los demás, y con el cumplimiento de las normas que están estipuladas.



Parece ser que como ocurre con el espacio público en la ciudad, también se está pasando por alto las administraciones municipal y departamental este tema de una licencia clara para el manejo de guadañas.



Ante esta situación es importante que se tomen cartas en el asunto para que no se tengan hechos graves que lamentar.