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La ciudad de Pereira: espacio de realización humana



John Diego Molina

La ciudad es el espacio de la realización humana, interpretada como fenómeno vivo, dialecto y permanente, que rompió de manera contundente con el estereotipo del derecho y las condiciones de  vida decente; Salud, Educación, Vivienda, Seguridad, Trabajo, entre otros; no son solamente el objetivo del desarrollo, sino que también son Derechos Humanos (objetivos del desarrollo y del milenio y el informe sobre derechos humanos  año 2000).


El 50% de la Población Mundial vive en las ciudades, (Colombia 75%, Pereira 80%) con tendencia creciente, cifra  alarmante por las implicaciones de todo orden que se generan, cambiando la perspectiva de las condiciones de  Calidad de Vida para transformarse en instrumento de protección de la Población que vive en la ciudad.


La Función Social de la propiedad ha dejado de ser el único referente, para abrir de plano las puertas a la “Función Social de la Ciudad”, como se interpreta en el cambio de la Concepción Social adoptada por la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social de 1995, al establecer cuatro directrices  fundamentales:


1. Situar la persona Humana en el Centro del Desarrollo.
2. Integrar las Políticas Económicas, Sociales  y Culturales.
3. Promover la Solidaridad y la Justicia con total respeto de la Diversidad Social.
4. Dar a las personas los medios para su Desarrollo.


La declaración del Milenio (suscrita por 189 Líderes Mundiales), aceptaron el gigantesco reto de “liberar a todos los Hombres, Mujeres y Niños de las lamentables e inhumanas condiciones de extrema Pobreza antes del 2015”; al reconocer que esa Meta era posible gracias a  los “Recursos, el Conocimiento y la Tecnología”.


Pareciera que semejante Compromiso fuera de carácter supranacional, por el contrario  la Secretaría de las Naciones Unidas estableció ocho objetivos enlazados a Metas e Indicadores específicos, determinando que  debido a la concentración de la Población en las Ciudades deben formar parte de las Agendas Locales, y por tal razón de  sus Políticas.


En este orden de ideas la Gestión Democrática Local y Departamental (A la fecha existen informes Regionales para el Desarrollo Humano en el Eje Cafetero elaborados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, siendo fundamental incluirlos en los Planes de Desarrollo Municipales, Metropolitanos y Departamentales) los cuales deben ser fortalecidos permanentemente a través de la participación y control de  sus  diferentes protagonistas.  


La ciudad es un espacio colectivo que pertenece a su grupo, que tiene Derechos Civiles y Políticos (Libertades Públicas), Económicos, Sociales y Culturales (que posibilitan un nivel de vida adecuado) y sus correlativos Deberes Sociales, que deben ser promocionados, garantizados y protegidos por el Estado en sus diferentes acepciones, que se hacen efectivos conforme a las Políticas Públicas  como protagonistas y dueños de  su Desarrollo Histórico.


La Construcción de Ciudadanía, debe elaborarse desde el fortalecimiento de la Cultura Democrática, colocando toda nuestra voluntad, recursos y esfuerzos al servicio de los Ciudadanos para garantizar el uso, goce y disfrute de estos derechos y fortalecer los Procesos de Participación para que se supere toda forma y circunstancia que atente contra la Dignidad de las Personas, se supere la indiferencia hacia su entorno y se garantice el Derecho de todos los Ciudadanos a la Ciudad.


En este nuevo Siglo Pereira requiere que sus integrantes no solo “habiten” Nuestra Ciudad, se necesita además que participen activamente en su continua construcción como Ciudadanos, ya que históricamente por excelencia hemos sido, la Ciudad solidaria, fraterna, cívica, comprometida con el desarrollo y crecimiento de sus gentes y su Región.


Debemos hacer una reflexión profunda sobre el papel que debemos cumplir  para hacer de Pereira y de nuestra Región, un Epicentro de Desarrollo que responda a las necesidades presentes y futuras de un Mundo lleno de Modernidad, con el único fin de aportarle a la Ciudad, debido a que sin derechos y sin deberes no hay Ciudad, ni Ciudadanía, ni Derecho a la Ciudad.