Asobancaria presentó un estudio denominado “Proyecto F”, una estrategia interinstitucional para la reducción del uso del efectivo y la masificación de los medios de pago electrónicos en el país. Según datos del gremio que aglutina a las instituciones bancarias y financieras del país, la mayoría de pagos en Colombia (el 90 %), del número total de transacciones, todavía se realiza en efectivo siendo las personas naturales quienes más utilizan este medio de pago.
“El uso generalizado del efectivo es la existencia de la economía sumergida: en la medida que las transacciones en efectivo, al ser anónimas, sirven como vehículo para facilitar la evasión de impuestos y las actividades ilegales. Además, por la ausencia de trazabilidad, las transacciones en efectivo les permiten a los individuos evitar el cumplimiento de leyes, regulaciones y pago de impuestos, contrario a lo que sucede con las electrónicas, las cuales pueden ser en principio rastreadas por las autoridades”, resalta el estudio.
Por ahora, el uso del efectivo está vigente: es el medio de pago al que tiene acceso toda la población. Por esa razón, no existen restricciones para las transferencias y operaciones comunes como compras en tiendas, supermercados, consignaciones a cuentas, pagos, entre otros. De hecho, no se conocen leyes que restrinjan su uso, salvo las condiciones que exija la ley. “Desde Asobancaria comentaron que “no conocemos sobre proyectos de norma que vayan a restringir el uso del efectivo”.
Existe una normatividad vigente donde las entidades financieras deben reportar a la Unidad de Información de Análisis Financiero (UIAF), los retiros y consignaciones de $ 10 millones en adelante en oficinas bancarias; además, existen otras normas similares que reglamentan las transacciones en efectivo por el tema de lavado de activos.
El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 estableció como objetivo reducir el uso de efectivo en la economía colombiana de 11,7 % a 8,5 % y por ende, con el Proyecto F se buscan eliminar barreras legales, regulatorias, de mercado, culturales y de infraestructura que permitan la modernización del ecosistema transaccional colombiano.
Entre las iniciativas están las cuentas maestras para lograr la dispersión electrónica de los recursos del Sistema General de Participaciones; el pago en línea de impuestos nacionales; la liquidación y pago electrónico de los aportes al sistema de seguridad social integra (que ya se aplica en algunos casos); los peajes electrónicos, entre otros.
Diana Maut Hernández, gerente de operaciones del Banco W, indicó a El Diario que como banco no tienen como estrategia el no recibir pagos ni consignaciones en efectivo de altas sumas de dinero. Coincidió con Asobancaria de que las transacciones en efectivo mayores a $ 10 millones deben reportarse con el objetivo de cumplir la normatividad establecida para prevenir el lavado de activos y financiación del terrorismo.
Referente a posibles prohibiciones del efectivo como norma a cumplir, manifestó que no han recibido instrucciones de ningún ente de control al respecto; y que como banco poseen una infraestructura con cobertura nacional y sólida que les permite administrar de manera exitosa el efectivo en las agencias.
“A nivel central se monitorean los saldos disponibles y en bóveda para cumplir con los topes asignados, de presentarse transacciones inusuales de montos que sobrepasen considerablemente los promedios de nuestras operaciones son reportados y coordinados centralizadamente”, añadió.
