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Trabajo infantil, un drama que no termina - El Diario del Otún - Septiembre 11 2012


En los semáforos lavando los vidrios de los vehículos, en carretillas vendiendo verduras o cargando bultos en la plaza de mercado, entre otros, son los trabajos que ocupan a  los menores de edad en Pereira.

En la ciudad y su  Área Metropolitana según la última encuentra del Dane, son cerca de 8000 los niños o adolescentes que como cualquier adulto deben dedicarse a una actividad laboral que les permita sobrevivir o ayudar a la manutención de la familia.


Este drama que ha sido motivo de denuncia por diferentes organizaciones entre ellas Mundos Hermanos, pareciera no tener fin, los menores siguen soportando la pesada carga del mundo laboral sobre sus hombros, la mayoría de los casos abandonando su educación.


“El maltrato, la desescolarización y la marginalidad de algunas zonas de Pereira, han llevado a muchos niños a ejercer actividades laborales cuando deberían estar en una aula de clase”, dijo Jimmy Alexánder Avella, pedagogo de la Fundación Mundos Hermanos, quien agregó que en solo  mayo del 2012, en el centro de la ciudad y la Avenida Circunvalar se encontraron más de 183 niños trabajando, 31 niñas entre los 13 y 17 años en prostitución, 33 entre los 8 y 17 años como cargadores de bultos en la Plaza de Mercado y el resto en semáforos, construcción, reciclaje y microtráfico de estupefacientes.


Riesgos
Igualmente Avella explicó que los niños, niñas y adolescentes  se exponen a diferentes situaciones de riesgo cuando trabajan como lo es el consumo de sustancias psicoactivas, explotación sexual y el abuso, así como el daño en su desarrollo físico, pues se ven sometidos algunas veces a labores que no corresponden con su capacidad y deben excederse.

“El menor al tener la posibilidad de conseguir dinero es muy común que abandone por completo su formación”, puntualizó el líder social que aclaró que además los niños son mano de obra barata por lo que en casos como en la plaza de mercado, son explotados laboralmente.

El experto en el tema  también aseguró que para combatir esta problemática es necesario que la administración municipal le apueste más a los procesos educativos, pues está demostrado que con educación continua se puede mitigar este flagelo que está vulnerando los derechos de estos menores, que cargan con el peso de las preocupaciones de sus padres, que permiten que sus hijos  salgan a laborar sin tener en cuenta las consecuencias que le podría acarrear a un menor en el futuro, como quedarse sin educación.

En lo que respecta a las autorizaciones de trabajo para los adolescentes, la Dirección Territorial de Trabajo del Ministerio de la Protección Social en Pereira para los años 2005 a junio de 2011, reporta un registro de 722 autorizaciones de las cuales 307 corresponden al sexo masculino y 415, un 57 %, al sexo femenino. Los sectores que solicitan este tipo de permisos son los de comercio y servicios.