
Con muy poco peso, algo acabado, postrado en una cama y con las consecuencias de su quietud a flor de piel, está hace más de 3 meses en el Hospital San Jorge de Pereira, Luis Antonio Franco; un hombre luchador, que como dicen por ahí, ha vivido las duras y las maduras, pero las ganas de luchar por su vida y por lo que le apasiona han podido más que la enfermedad y los tropiezos del camino.
A sus 48 años de edad, Luis Antonio es Mecánico Industrial y para sorpresa de muchos, es parapléjico hace más de 12 años a causa de un incidente en el que un balazo le lesionó su columna y lo dejó en silla de ruedas. Sin embargo, cuenta su hermano Carlos Luciano Franco, que Luis continúo con su vida, montó un taller de mecánica y reparación de motos en barrio Laureles de Cuba y desde entonces se las arregló con las motocicletas y hasta creó su propio medio de transporte.
Un mototriciclo es la más brillante creación de Luis, la cual siempre le permitió desplazarse a diferentes partes de la ciudad con facilidad, por tener tres llantas, un motor especial y cambios en la dirección sin necesidad de usar los pies, pero ahora tanto el taller como el triciclo se quedaron detenidos en el tiempo, pues desde el pasado 16 de enero Luis Antonio está internado en el hospital a causa de un derrame cerebral y las consecuencias han sido evidentes.
“Mi hermano recibió de regalo de un amigo tres botellas pequeñas de champagne y en enero cuando decidió tomarse un trago, como que el líquido le afectó, pero no de inmediato; pues fue el 16 de enero cuando yo lo encontré mal, tenía lagunas mentales y vómito, cuando de repente quedó en la cama como un vegetal, así que lo llevé a urgencias”, comentó Carlos Luciano.
Según el hermano de Luis, se dijeron muchas cosas sobre lo que le provocó el derrame cerebral. “Elevada de presión, intoxicación, infección urinaria y hasta envenenamiento por licor adulterado”, pero han sido las consecuencias de este incidente lo que más ha afectado su salud, pues aunque él está conciente, su cuerpo se ha debilitado, tiene grandes escaras en la parte posterior de su cuerpo y en una pierna, por lo que se le practicó una colostomía por medio de la cual se le adaptó el intestino para que pueda expulsar la materia fecal por un lado de su abdomen.
Carlos Luciano dice que su hermano no se ha muerto de milagro, pues según él, tuvo que luchar mucho en urgencias para que atendieran bien su enfermedad y la heridas que le ha provocado estar tanto tiempo acostado en una cama.