En un verdadero dolor de cabeza se ha convertido una obra inconclusa, para la comunidad habitante de la carrera 10 con calle 26 de la capital risaraldense. Hoy después de dos años y cinco meses de iniciarse la construcción, sus casas empiezan a desmoronarse poco a poco y a ser visitadas por indeseados y peligrosos roedores.
Problemas en la licencia de construcción y excavación llevaron al propietario del lote, ubicado en la calle 26 número 10-28/36, a darle la orden al ingeniero de suspender la obra que se convertiría en un multifamiliar, dejando a su suerte no solo un terreno baldío, sino también sin andén a la comunidad de la zona.
Según relató María Cristina Ossa, habitante de una vivienda continua al lote, para el mes de noviembre del 2010 cerraron con esterilla el predio e hicieron una profunda excavación para hacer los cimientos de lo que sería la nueva edificación.
Inicio
Fue entonces cuando comenzó el problema, pues a falta de un muro de contención, parte de la malla vial empezó a desmoronase afectando incluso una tubería del gas. Por lo que fue necesario no solo que fuera parada la obra, sino que también fuera puesto un puente de madera como andén provisional.
Hoy a pesar del tiempo transcurrido, al parecer el propietario no ha logrado resolver los problemas legales y el abandonado lugar no es más que un basurero que alberga ratas, cucarachas e incluso hasta culebras, y el causante de que las viviendas aledañas empiecen a sufrir serios daños en sus estructuras como vibraciones, paredes agrietadas, humedad y desajustes en las puertas, mientras que la malla vial pierde poco a poco su nivel.
Autoridades
Frente a esta situación, Hoover Alzate Taborda, de la oficina de Control Físico de la administración municipal expresó que actualmente se adelantan la respectiva investigación para dar con el paradero del propietario del lote, quien deberá responder por las afectaciones de la malla vial y las de las viviendas.
Será a éste a quien se le indagara por la licencia de construcción y de excavación, ya que han intentado establecer contacto con el ingeniero a cargo de la obra y ya no responde, de esta forma se dará inicio al respectivo proceso legal.
Espera
De otro lado la comunidad sigue a la espera de que pronto se solucione el problema, antes de que pueda ocurrir una tragedia.
"En cualquier momento esa calle podría irse abajo con un vehículo, por eso pedimos a la administración municipal que no deje pasar más tiempo", expresó Martha Doris Parra.
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