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Institución Educativa Hernando Vélez Marulanda-El Diario del Otún-Noviembre 18-2011

Nelson Martínez Tascón
Coordinador JT

Los juegos de ayer y hoy

Debido a los comportamientos observados como agresividad entre algunos estudiantes, dificultad para solucionar problemas pacíficamente, manejo del estrés, control de impulsos, perseverancia para alcanzar metas personales y académicas, dificultades para la asociación, concentración, memoria, lógica, entre otros, desde la coordinación y con el acompañamiento de la psicóloga, venimos liderando el proyecto “Procesos de desarrollo de la mente y manejo de aptitudes emocionales a través de juegos tradiciones y juegos actuales”.

Este proyecto pretende desde el juego desarrollar en los educandos la capacidad de pensar coherentemente, memorizar con facilidad, mejorar la concentración, la asociación, la lógica, el razonamiento abstracto e indirectamente disminuir notablemente la agresividad y falta de tolerancia entre ellos. Estará inmerso dentro del Proyecto Educativo Institucional y tranversalizará todas las áreas del conocimiento.

Dicho proyecto comprende varias fases:

La primera fase es la investigación y recolección de datos y evidencias sobre juegos tradicionales que permiten el desarrollo de la atención, comprensión, concentración y por ende capacidad de pensar y disminuir la agresividad, tales como el stop, el pellizco, sopas de letras, el ahorcado, crucigramas, tangram, torre de hanoi, pentanomimo, geoplano, programa Sebran para PC, Paint, Geopink, entre otros.

La segunda fase es la elaboración y adquisición de los juegos mencionados. 
La tercera fase es la capacitación a docentes de primaria para motivarlos a participar de este gran proyecto y la implantación de la actividad los 15 minutos del juego en cada uno de los salones por parte del grupo orientador.

La cuarta fase es la aplicación al aula de clase durante los primeros 15 minutos, con actividades lúdicas guiadas por el docente director del grupo. En hogares y escuelas donde la inteligencia emocional es estimulada con la misma preocupación que el coeficiente intelectual, los niños tienen mejor tolerancia a la frustración, son más saludables, disfrutan de los amigos, capaces de controlar sus impulsos, y son más centrados.

Las relaciones humanas mejoran y también el logro académico. Aprenden a interpretar y expresar sus emociones de manera adaptativas y flexibles en diferentes contextos. Demuestran auto eficacia, confianza y conexión con otros. Respetan y aceptan experiencias sean de goce o tristeza.