
Fije sus metas
Un proyecto de remodelación que no sea compatible con las demás casas del conjunto tal vez no le aumente el valor de reventa de la suya, aunque sí podrá disfrutar más viviendo en ella.
Si lo hace usted mismo...
Presupuesto: Puede costar menos que si lo hace un contratista.
Cambios a mitad de la remodelación: Usted puede tener más flexibilidad.
Disfrute personal: Muchos propietarios sienten satisfacción haciendo el trabajo ellos mismos.
Protección: Muchos contratistas son nuevos en el negocio, puede que no estén bien calificados, y que no cuenten con capital o seguro suficiente. Si surgen problemas con el proyecto, usted quizá tenga poco o ningún recurso legal.
Si lo hace un contratista...
Tamaño del proyecto: Los proyectos grandes algunas veces son demasiado complicados para un aficionado y requieren un especialista.
Trabajo de plomería, electricidad y carpintería: Puede incluir tareas considerables que requieran un contratista.
Construir conforme al código: Los contratistas son profesionales que entienden los códigos locales. Usted no quiere arriesgar su seguridad o la de su casa, o tener que pagar una multa más tarde por no haber cumplido con los códigos de construcción.
Permisos e inspecciones: Con frecuencia los contratistas se ocupan de todo el papeleo.
Limitaciones de tiempo: Las mejoras algunas veces toman menos tiempo cuando las hacen los contratistas.
Si decide emplear a un contratista, obtenga referencias y llámelas para preguntar qué tipo de trabajo le hizo el contratista y si están contentos con el mismo. Pregúnteles a sus amigos y vecinos quién les hizo su trabajo y si están contentos con su contratista.
Obtenga por lo menos tres estimados de distintos contratistas antes de escoger uno. Haga preguntas. Recuerde, usted está contratándolos para hacer un trabajo, de modo que entreviste a su contratista y asegúrese que el contrato que le hagan contenga todo lo que acordaron, por escrito.
Haga un presupuesto
Si emplea a un contratista, éste trabajará con usted para preparar el presupuesto. Si está haciendo el proyecto usted mismo, determine los materiales que necesita y lo que cuestan en varias tiendas. No se olvide de artículos como cola, clavos y tornillos. Y agregue del 10 % al 20 % para errores de cálculo o problemas que surjan durante el proyecto. Recuerde, un presupuesto bien detallado puede reducir las sorpresas financieras a medida que avanza el proyecto.
No olvide la verificación
Mantenga una lista de verificación para el proyecto de remodelación. Esta lista incluye lo que aún hay que hacer antes de considerar terminado el proyecto. Cuando el proyecto esté a punto de terminar, fije una fecha de inspección con el contratista y verifique todos los puntos de la lista. No haga el pago final ni firme la terminación del contrato hasta que todos los puntos de la lista hayan sido terminados a su entera satisfacción.
Es importante tener en cuenta durante todo este proceso que cada paso que se de en la remodelación de su hogar u oficina, según sea el caso, usted siempre debe estar informado de los cambios, problemáticas, inconvenientes y avances del proyecto con el fin de evitar inconvenientes que después lo tomen por sorpresa y que al final le termine sacando más del presupuesto que tenía destinado.
Asesórese correctamente y busque respuesta a todas sus preguntas, pues la idea de todo un proceso de remodelación y cambio es que usted y su familia queden contentos con los nuevos espacios, elaborados para la satisfacción de ustedes.