
La artritis reumatoide es una de las enfermedades inflamatorias más complejas a tratar, que puede afectar la movilidad y limitar las capacidades físicas de aquellos que la padecen.
Se trata de una enfermedad crónica, autoinmune, progresiva y potencialmente incapacitante, que se caracteriza principalmente por la inflamación de las articulaciones y que se presenta habitualmente en manos, muñecas, codos, rodillas y pies.
El 12 de octubre se conmemoró el “Día Mundial de la Artritis”, una fecha en la cual los especialistas buscan generar conciencia entre las personas, para que estén muy atentas ante cualquier síntoma anormal que se presente y tengan en cuenta los factores que pueden desencadenarla.
Pacientes
Según Edwin Jáuregui, médico internista reumatólogo, la artritis es la enfermedad inflamatoria más común en la consulta de reumatología, y se presenta por igual en personas jóvenes y adultos mayores, afectando principalmente a pacientes entre los 20 y 30 años, y adultos entre los 40 y 50 años.
Asimismo, se ha logrado establecer que esta patología se presenta en una mayor proporción en las mujeres, por factores que no están plenamente determinados.
En Colombia, con base en los datos de la prevalencia mundial, se estima que entre 124.000 y 248.000 personas podrían padecer la enfermedad, según indicó el especialista.
Riesgo
Aunque la artritis reumatoide se presenta con más frecuencia en personas con familiares que ya han padecido la enfermedad, pues es más común en ciudadanos con una especial predisposición genética, se desconoce cuál es la causa, se sabe que no es una enfermedad hereditaria.
“Hay evidencias de que esta se presenta en personas con cierta predisposición genética, que las hace susceptibles a ciertos factores, principalmente ambientales, que pueden crear fallas en el sistema inmune y por ende desencadenar la enfermedad”, explicó Jáuregui.
De esta manera no existen unos factores de riesgo claros que incidan en el desarrollo de la artritis. Sin embargo, el especialista señaló que una de las conductas que se ha identificado plenamente es el consumo de cigarrillo.
Síntomas
A la hora de determinar si se tiene o no artritis reumatoide, es clave estar atento ante cualquier señal que pueda demostrar un deterioro continuado de las articulaciones que en el futuro puede generar deformidad. Por eso los médicos hacen un llamado a estar atentos ante cualquier síntoma. Dolor persistente en las articulaciones, sensación de calor, enrojecimiento, e hinchazón en las zonas afectadas, movilidad reducida y sensación de no poder realizar las actividades normales, son los síntomas principales.
Diagnóstico
Para realizar el diagnóstico correcto, el reumatólogo tiene que valorar los síntomas que presenta el ciudadano y hacer una exploración de las articulaciones en busca de inflamación o deformidad. Hay otras enfermedades reumáticas que pueden presentar los mismos síntomas que la artritis reumatoide, por ello puede resultar necesario realizar un análisis de sangre y radiografías para confirmar el diagnóstico.
Al ser una enfermedad progresiva, cuyo avance puede ser extremadamente rápido, recibir un diagnóstico adecuado a tiempo resulta vital para formular un tratamiento efectivo. Sin tratamiento, la progresión de la enfermedad puede conducir a un daño articular irreversible.
Tratamiento
Según el doctor Edwin Jauregui, en décadas anteriores el tratamiento estuvo centrado en reducir los dolores que experimentaban los pacientes, pero dejando de lado la progresión de la enfermedad, situación que en los términos médicos se conoce como “manejo sintomático”.
Gracias a la entrada en los años 90 de los medicamentos biotecnológicos, se ha logrado atacar la enfermedad de una forma más agresiva, logrando importantes progresos en materia de movilidad, y evitando la degeneración posterior de las articulaciones.
Más allá del tratamiento farmacológico, es necesario desarrollar un esquema integral con profesionales de diversas especialidades médicas, para brindar mayor apoyo a los pacientes. Es por eso, que allí intervienen médicos reumatólogos, especialistas en fisiatría, terapeutas físicos y ocupacionales, entre otros, quienes actúan con el propósito de mejorar la calidad de vida del paciente, y de devolverle progresivamente la capacidad motriz perdida como consecuencia de esta enfermedad.