Continúan las actividades para hacerle frente al brote de hepatitis A
que se presenta en Pereira. El incremento de esta enfermedad tiene en alerta a
las autoridades de salud ya que a la fecha van 18 casos confirmados en la
capital risaraldense, mientras que en el mismo periodo del año anterior iban
solo 2 casos.
Continúan las actividades para hacerle frente al brote de hepatitis A
que se presenta en Pereira. El incremento de esta enfermedad tiene en alerta a
las autoridades de salud ya que a la fecha van 18 casos confirmados en la
capital risaraldense, mientras que en el mismo periodo del año anterior iban
solo 2 casos.
En lo que tiene que ver con las notificaciones de hepatitis A, hay que
decir que existe un subregistro. Diana Castañeda, secretaria de Salud de
Pereira, manifestó que “es importante señalar que en años anteriores es posible
que se hayan presentado más casos de hepatitis A en el municipio, pero no son
notificados por parte de las IPS porque los confunden o pasan como una simple
virosis que no se asocia al virus de la hepatitis A, por lo tanto hay un
subregistro”.
De los casos confirmados en Pereira, 5 corresponde a mujeres y 13 a
hombres. En lo que respecta a los rangos de edades, hay que decir que son 4
menores de edad, 7 personas entre los 18 y los 28 años de edad y 7 casos de
personas mayores de 28 años de edad.
Acciones
Tal como lo mencionó este medio de comunicación, desde la Secretaría de
Salud de Risaralda, articulados con sus similares en Pereira y Dosquebradas,
pusieron en marcha un plan de choque para evitar más contagios de esta
patología.
Pero también en el municipio más poblado del departamento se están
adelantando acciones para hacerle frente a esta problemática.
La idea es sumar más actores a las mesas técnicas que se llevan a cabo
y así afrontar esta situación desde diferentes ángulos.
Por ejemplo, se busca trabajar en control a las comidas callejeras,
revisando la forma en qué se manipulan los alimentos, la inocuidad de los
productos. Es importante que los manipuladores de alimentos hagan un constante
lavado de manos (ver foto), que se utilice agua limpia para lavar los alimentos
y que la comida no se deje en el suelo o cerca a elementos contaminantes.
Igualmente se harán actividades sancionatorias, para evitar que las
personas que viven o se bañan aguas arriba de las bocatomas, contaminen las
fuentes hídricas y pongan en riesgo la vida de los demás.