Manuel F. Ramírez

¿Es la solución a esta contaminación pagar por haber contaminado? ¿Acaso devuelve a su estado natural lo que ya se afectó?
Desde el principio de la historia de la humanidad, los ríos han sido un lugar de asentamiento prioritario para los seres humanos. La cercanía al río asegura agua, alimentos, terrenos fértiles de cultivo y facilidad de transporte e intercambio con otras personas. Este hecho explica que numerosas ciudades actuales se sitúen en las riberas de ríos.
Esta dependencia del ser humano, ha generado un desequilibrio ambiental mundial sin antecedentes, generado por la producción incontrolable de sustancias tóxicas y residuos artificiales de alta permanencia.
La cruda realidad ambiental que nos rodea no es más que el resultado de una sociedad consumista donde la balanza favorece a las industrias, al comercio y a la moda, más que a la salud y al medio ambiente.
En Risaralda, los 14 municipios descargan sus aguas residuales domésticas, agropecuarias e industriales sin ningún tratamiento a las fuentes de agua más cercanas, generando un impacto ambiental de grandes proporciones.
¿QUÉ ES?
La tasa retributiva por vertimientos puntuales es un instrumento económico que tiene como objetivo incentivar cambios en el comportamiento de los agentes contaminadores, internalizando en sus decisiones de producción el costo del daño ambiental que ocasiona su contaminación, esto con el fin de lograr metas ambientales que sean social y económicamente sostenibles.
Adicionalmente, se constituye en una fuente de recursos para la inversión en proyectos de descontaminación hídrica y monitoreo de la calidad del agua. Este instrumento se lleva a cabo por el decreto 901 de 1997 el cual las creó, pero en este momento se aplica el Decreto 3100 del 30 de octubre 2003.
“La utilización directa o indirecta de la atmósfera, el agua y del suelo, para introducir o arrojar desechos o desperdicios que sean resultado de actividades antrópicas o propiciadas por el hombre, o actividades económicas o de servicio, sean o no lucrativas, se sujetará al pago de tasas retributivas por las consecuencias nocivas de las actividades expresadas”.
¿Un impuesto?
Este cobro no se debe confundir con un impuesto, porque éste último lo pagan todas las personas sin ningún tipo de retribución directa, mientras que la tasa retributiva solo la pagan aquellos que descarguen desechos líquidos a las fuentes y su recaudo debe ser invertido por la Autoridad ambiental en programas de recuperación de la calidad del agua.
Se entiende entonces la tasa retributiva como un “pago por el servicio ambiental que ofrecen los cuerpos de agua como receptores de vertimientos líquidos puntuales”, entendiendo que la recuperación de la calidad de las aguas tiene un valor económico de remoción de las sustancias contaminantes.
La Contaminación
La falta de conciencia y de educación ambiental de todos los sectores productivos del departamento y los proyectos poco eficientes para lograr la meta de descontaminación de nuestras cuencas, contribuyen al aumento de la problemática generada por la contaminación de nuestros ríos y quebradas.
Debemos entonces considerar ¿es la solución a esta contaminación pagar por haber contaminado? ¿Acaso devuelve a su estado natural lo que ya se afectó?
No cabe ninguna duda que hay que buscar las políticas necesarias para encontrar el equilibrio entre el desarrollo económico y la contaminación ambiental, es decir desarrollar programas con la industria para reducir sus emisiones a cambio de incentivos y no establecer como costumbre que la contaminación este entre la estructuración de costos de una empresa.
Las tasas retributivas no son la única respuesta; donde quedan los derechos de todas las personas a beber agua limpia, a respirar aire puro, a habitar en sitios no contaminados, a disfrutar de espacios públicos verdes, o a comer alimentos seguros.
Al final la solución no se ve cerca, pero los avances científicos nos han permitido tener un gran conocimiento del medio ambiente, los problemas ocasionados al mismo, y las formas de solucionarlos. La difusión de estos conocimientos y de la conciencia ecológica es fundamental.
Es necesario conocer la realidad, sus problemas y sus posibles remedios, algo que se consigue con una buena educación ambiental (si no conocemos los problemas y sus soluciones difícilmente podremos opinar o preocuparnos por ellos).
* Ingeniero Ambiental. Asesor Técnico www.icsaing.com