En los últimos días las autoridades descubrieron a un hombre que compra las botellas de este pegante para posteriormente echarlo en bolsas negras y vendérselas a los habitantes de calle.
John Diego Molina, secretario de Gobierno municipal, aseguró que “esta persona está recaudando diariamente $ 300.000 para lo cual generamos la alerta a la Policía Nacional para que se encargue de la individualización y posterior judicialización”.
Debido a la gravedad de esta situación, el titular de dicho despacho instó a las autoridades a efectuar una intervención social en el lugar, para buscar que los consumidores dejen esta práctica, especialmente los jóvenes.
“Hemos encontrado personas inyectándose y por lo tanto prendimos la alerta con las autoridades y otras instituciones para hacer un trabajo en este sector entre los jóvenes y menores de edad que también hemos encontrado consumiendo sustancias como heroína”, agregó Molina.
En Colombia la comercialización de bóxer no esta prohibida y en casi cualquier ferretería se consigue la sustancia. Aunque la venta a menores de edad no está permitida, no es extraño ver que los jóvenes deambulen por las calles con una botella de este inhalante o con una bolsa.
Desde la administración municipal buscan combatir este flagelo desde varios puntos, no solo con más presencia policial en las llamadas ‘ollas’, también con intervención social.
“Trabajaremos con las fundaciones para que reciban a estos muchachos e inicien rápidamente el proceso de rehabilitación debido a que es lamentable encontrar jóvenes entre 14 y 15 años inyectándose sustancias que los llevan a acabar con sus vidas”, dijo Molina.