En el 2013 se desarticularon en Pereira 16 bandas delincuenciales dedicadas al microtráfico, que arrojaron la captura de 137 personas.
En Dosquebradas el número alcanzó a cuatro, con 33 capturados y siete armas de fuego, mientras que en La Virginia las estadísticas de la Policía Metropolitana de Pereira, Meper, dejan ver que una organización dedicada al comercio de estupefacientes fue desmantelada, logrando aprehender a 17 personas.
“Esas bandas dedicadas al microtráfico inciden en el aumento del homicidio en casi un 65 %. Por ello, los operativos apuntan a continuar desmantelándolas”, indicó el coronel Juan Carlos León, subcomandante de la Meper.
En términos generales, el año pasado se realizaron 169 allanamientos a bandas en el área metropolitana, decomisando un total de 24.813 gramos de cocaína; 9.971 gramos de base de coca; 53.767 gramos de bazuco; 1346 gramos de heroína, 700 pastillas de éxtasis y un millón 944 mil gramos de marihuana.
Más bandas
Las bandas se categorizan según el delito. En la región prosperan las de microtráfico, no obstante hay otros grupos dedicados al hurto de fincas, residencias, comercio, bancos y automotores.
“Las bandas dedicadas al fleteo son otro flagelo que deja personas lesionadas o muertas cuando se oponen al atraco”, explicó el coronel León.
El periodo anterior se desarticularon seis bandas dedicadas al hurto del patrimonio (residencias, automotores, etc), capturando a 35 personas y decomisando nueve armas de fuego.
Asimismo, en la operación República 163 y en su segunda fase conocida como República 171, 29 personas fueron capturadas por pertenecer a bandas sicariales, entre ellos, alias Chamizo y El Calvo.
Otro conocido con el alias de El Tori, reconocido fleterero de Dosquebradas, también fue privado de la libertad.
Sin pandillas
La Meper aseguró que en Pereira, La Virginia y Dosquebradas no existen pandillas juveniles como tal, pues no cumplen con algunas características específicas para categorizarlas de esa forma. “En el área metropolitana no se da ese flagelo como en la comuna Santodomingo de Medellín, donde hay dominio territorial con las llamadas fronteras invisibles y hasta cobran una especie de peaje para cruzarlas. Aquí no hay sitios vedados”, explicó el subcomandante León. Como jóvenes que quieren sobresalir o llamar la atención, que se citan en vías públicas para armar riñas, portando algunos, armas blancas, define la Policía estas agrupaciones.
“Lo hacen para crear un poco de temor. Como el caso de algunos estudiantes del colegio La Julita que se citaron con otros para pelear. Por eso tenemos la campaña Colegio Seguro”, concluyó León.