Aunque Julián Andrés Ospina Marín conocía las calles del barrio Los Cristales de Cuba, como la palma de su mano, sabía cuáles eran las entradas y salidas, los callejones y quiénes los frecuentan, esto no fue suficiente para lograr identificar a la extraña mujer que estaba rondando por el sector.
Sin importar que fueran las 8:30 de la noche del pasado jueves, Ospina Marín, de 30 años de edad, se encontraba caminando en medio de la oscuridad de un sector del barrio Los Cristales, cuando fue abordado al parecer por una mujer que sin mediar palabra le propinó 5 impactos de bala en la cabeza.
Julián Andrés se desempeñaba desde hacía varios meses como guarda de seguridad de un almacén de la capital risaraldense y tenía como fin sacar adelante a su única hija de 12 años.
Aunque tuvo un pasado no muy halagador, pues la víctima estuvo en la cárcel purgando una pena por el delito de porte de estupefacientes, tenía como proyecto cambiar de vida, ya que presuntamente era reconocido por ser consumidor de estupefacientes.
Ayala, como le decían cariñosamente, era natural de Pereira, vivía en la manzana 13 del barrio Las Mercedes en compañía de su progenitor y hermano, ya que su madre había fallecido desde hace 2 años a causa de un infarto.
Aunque se desconoce quién acabó con la vida de Ospina Marín, testigos del crimen afirmaron que una mujer con cabello rojo le propinó los disparos y luego huyó en un taxi, las autoridades judiciales investigan el hecho.
