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De Benedicto XVI a Francisco - El Diario del Otún - Marzo 14 2013


El argentino Jorge Bergoglio, de 76 años, elegido para suceder al papa Benedicto XVI, es un jesuita austero, de tendencia moderada, que lleva una vida discreta y cultiva el bajo perfil.


Su designación para ocupar el sillón de San Pedro es la primera de un americano para dirigir la Iglesia Católica que jamás estuvo a cargo de un representante de la Compañía de Jesús.
Arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, este hombre tímido y de pocas palabras, goza de un gran prestigio entre sus seguidores que aprecian su total disponibilidad y su forma de vida, alejada de toda ostentación.
 


Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en el seno de una familia modesta de la capital argentina, hijo de un trabajador ferroviario de origen piamontés y una ama de casa.

 

Vida religiosa
Asistió a la escuela pública, de donde egresó como técnico químico y a los 22 años se unió a la Compañía de Jesús, donde obtuvo una licenciatura en Filosofía.
Tras incursionar en la enseñanza privada, comenzó sus estudios de Teología y se ordenó como sacerdote en 1969.
A los 36 años fue designado responsable nacional de los jesuitas argentinos, cargo que desempeñó durante seis años.

 


La dictadura
Fue en los años difíciles de la dictadura argentina (1976-1983) cuando Bergoglio debió mantener a toda costa la unidad del movimiento jesuita, impactado por la Teología de la Liberación, bajo la consigna de "mantener la no politización de la Compañía de Jesús".
Luego, viajó a Alemania para obtener su doctorado y a su regreso retomó la actividad pastoral como simple sacerdote de provincia en la ciudad de Mendoza.

 


Obispo
En mayo de 1992, Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Buenos Aires y comenzó a escalar rápidamente en la jerarquía católica de la capital: fue vicario episcopal en julio de ese año, vicario general en 1993 y arzobispo coadjutor con derecho de sucesión en 1998.
Se convirtió luego en el primer jesuita primado de Argentina y, en febrero de 2001, vistió finalmente el púrpura de cardenal.
Bergoglio figuró entre los más votados en el Cónclave de 2005, que eligió a Joseph Ratzinger como sucesor de Juan Pablo II.

 


Moderado
El Arzobispo goza de general prestigio por sus dotes intelectuales y dentro del Episcopado argentino es considerado un moderado, a mitad de camino entre los prelados más conservadores y la minoría "progresista".
 

En un país de mayoría católica, se opuso tenazmente en 2010 a la aprobación de la ley que consagró el matrimonio homosexual, la primera en América Latina.
 

"No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios", dijo Bergoglio poco antes de la sanción de la norma.


También se opuso a una más reciente ley de identidad de género que autorizó a travestis y transexuales a registrar sus datos con el sexo elegido.
 


Rutina
Pese a su meteórica carrera en la jerarquía católica, sigue siendo un hombre "muy humilde". Su rutina comienza a las 4:30 a. m. y termina a las 9:00 de la noche.


Es un gran lector de los escritores argentinos Jorge Luis Borges y Leopoldo Marechal y del ruso Fiodor Dostoievsky, amante de la ópera y fanático del club de fútbol San Lorenzo, curiosamente fundado por un sacerdote.



Libros que ha publicado
 

1982:     Meditaciones para religiosos.
1986:     Reflexiones sobre la vida apostólica.
1992:     Reflexiones de esperanza.
1998:     Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro.
2003:     Educar: exigencia y pasión.
2004:     Ponerse la patria al hombro.
2005:     La nación por construir.
2006:     Corrupción y pecado.
2006:     Sobre la acusación de sí mismo.
2007:     El verdadero poder es el servicio.
2012:     Mente abierta, corazón creyente.
 

Las frases 
de su discurso

Ante una multitud de seguidores en la Plaza de San Pedro, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, apareció ya como papa en el balcón central de la Basílica Vaticana para dar su primer mensaje Urbi et Orbi.

“Mis hermanos cardenales han ido a coger el obispo de Roma casi al final del mundo, os agradezo la acogida”, 

“Emprendamos este camino, el de la Iglesia de Roma como un camino de amor, de hermandad, de confianza entre nosotros, oremos por todo el mundo para que exista una gran hermandad”, 

“Les agradezco la confianza, quisiera dar una oración para nuestro querido Benedicto XVI, vamos a orar juntos por él”, 


El nuevo papa se presentó con gran semplicidad, insistiendo mucho sobre su cargo de obispo de Roma. Así mismo usó la palabra “pueblo”. 

“Rezad por mi, mañana quiero ir a rezar a la Virgen, nos vemos pronto. Buenas noches”, 

“Os pido antes de daros la bendición que vosotros recéis por mi, vuestro obispo”.

“Empezamos este camino entre obispo y pueblo. Un camino de fraternidad y confianza. Rezamos para todo el mundo para que haya una gran fraternidad”.

“Rezamos para nuestro papa emérito Benedicto XVI”.


¿Por qué Francisco?
El por qué de la elección de este nombre es difícil saberlo hasta que el propio papa lo explique, aunque los expertos afirman que lo habría adoptado en homenaje al santo más célebre de la Iglesia: San Franciso de Asís.
 

San Francisco de Asís nació en esta localidad italiana durante la Edad Media y fue el fundador de la orden de los franciscanos y de la orden femenina de las clarisas, caracterizadas por su voto de pobreza. 
 

Francisco de Asís participó en algunos altercados en defensa de la iglesia lo que le costó la prisión, esto provocó un cambio en su vida en la decidió renunciar a los bienes heredados de su padre y predicar el apostolado y la vida sencilla. Finalmente, el Papa Inocenció III aprobó su predicación.

 

Marcado
Muchos aseguran que el nuevo papa quedó marcado por la vida austera de Francisco de Asís, algo que tendría su reflejo en el hecho que el cardenal Bergoglio haya sido reconocido en su país por sus palabras y propuestas de lucha contra la pobreza.



Además, él mismo como persona tiene fama de ser austero. Por lo tanto, el nombre adoptado por el sucesor de Benedicto XVI no sólo significaría una preferencia, también podría ser un indicio de cómo será su pontificado.



Sin embargo también podría haberse fijado en otros santos con este nombre, como es el caso de Francisco Javier, fundador del orden de los jesuïtas junto a Ignacio de Loyola, o Francisco de Borja (1510-1572), quien también fue jesuita y descendiente de la casa que llegó a tener dos pontífice -biznieto, de hecho, del Papa Alejandro VI. Francisco de Borja llegó a ser el tercerGeneral de la Compañía de Jesús y su generalato se caracterizó, entre otras cosas, por la expansión de la compañía en Latinoamérica.