
“Un buen Psicoterapeuta debe hacer que la persona recupere su capacidad de sufrimiento cuando deba enfrentar situaciones dolorosas y les encuentre un sentido” Edith Weisskopf.
Lic. Blanca Cecilia Hoyos A.
El Diario del Otún
Es bueno hacer la diferencia entre un sufrimiento innecesario y el dolor necesario.
El dolor” auténtico” es aquel que se vive ante lo inevitable que nos depara el destino, aunque nos parezca absurdo y doloroso.
El dolor necesario trae como sello despertar en nosotros los valores espirituales y de actitud de vida.
Dolor innecesario es aquel que nos autoimponemos como por ejemplo: si ante una
enfermedad dolorosa en la cual teniendo un buen pronóstico y pudiendo realizarnos una cirugía, nos negamos a aceptar la intervención y preferimos seguir viviendo con dolor, tendríamos que analizar si hay miedo, escapismo o masoquismo.
En el dolor auténtico, inevitable se disminuye el exhibicionismo, no se hace un espectáculo del dolor, se asume el dolor como un medio para encontrar un sentido de trascendencia emocional y espiritual.
La psicología y la medicina como prácticas clínicas deben ayudar a eliminar el dolor, ese es uno de los objetivos fundamentales de estas profesiones.
Como psicólogos y como médicos hay que acompañar al consultante para ayudarle a encontrar su capacidad de aumentar la tolerancia a la frustración cuando es necesario.
Durante años, un amplio sector de la psicología infantil ha favorecido la crianza de los niños con poca tolerancia a la frustración.
Se pensaba que dándoles gusto en todo se les evitarían frustraciones.
El resultado ha sido: se han formado niños, jóvenes, personas dictadoras, que van en contra de los valores y los principios humanos, todo por querer tener las cosas de una manera fácil, sin el menor esfuerzo.
Si no lo obtienen, sufren desmesuradamente, huyendo de la frustración por medio del consumo de sustancias psicoactivas, alcohol, cocaína.
Es bueno enseñar al niño a tener tolerancia ante la frustración esto le ayuda a prepararse ante los momentos difíciles que seguramente tendrá que vivir en su juventud y a lo largo de la vida, sin la presencia de sus padres.
No todos los problemas psíquicos ni todos los dolores pueden ser eliminados terapéuticamente.
Algunos deben ser soportados y cuando más uno sabe porqué, tanto mejor se pueden soportar.
La Psicología Espiritual insiste en la actitud valiente que se debe desarrollar ante un sufrimiento inevitable, la búsqueda de sentido ante el dolor es. sin embargo uno de los desafíos más difíciles que la vida presenta al ser humano.
Aprendamos a diferenciar un dolor que podemos evitar y hacer aquello que lo hará desaparecer de nuestra vida, y el dolor que es inevitable ante el cual lo que podemos hacer es ver la lección y aprender a ser valientes y vivir lo inevitable con fe, dando el paso hacia la trascendencia emocional y espiritual. Dios los bendiga.