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Pereiranas a ritmo de danza oriental-El Diario del Otún-Diciembre 4-2011


 Jenny De la Barrera
El Diario del Otún

Cerca de 300 mujeres de la región toman clases de danza anualmente con Juliana Buitrago, una bailarina de danza oriental certificada en las mejores academias del país y Argentina.
 Muchas de  sus alumnas se motivan a mover las caderas  por una razón diferente a la de seducir con sus movimientos. Se trata de una cuestión de baja autoestima, problemas emocionales, anorexia e incluso adicciones.

“Hace 5 años llegué a la danza porque estaba muy deprimida y una amiga me llevó a un grupo. Una vez comencé a danzar, empecé a sentirme mejor y a despertar la alegría de mi ser, a tener seguridad en mi misma y a mejorar mi autoestima”, expresó Buitrago quien en los inicios de su carrera perteneció al grupo de Danza Oriental Shazadi, donde compartió y aprendió junto a  sus compañeras durante casi dos años y medio.

Gracias a su experiencia personal, la joven maestra concibe la danza oriental como una herramienta terapéutica y de sanación, que ayuda a las mujeres a sentirse mucho más relajadas, armoniosas, saludables y felices consigo mismas y su entorno, mensaje que ha llegado muy bien a las pereiranas.

“La danza oriental ha tenido una acogida muy buena en Pereira, las mujeres están ávidas por despertar en ellas la alegría y seguridad. Hay mujeres que la buscan para relajarse”, señaló.

 Además que contrario a lo que se piensa, en Pereira mujeres de todas las edades y estratos sociales están optando por el baile como una alternativa para reencontrase con ellas mismas.

“He visto a varias alumnas llorar en la primera clase porque comienzan a sacar de adentro muchos sentimientos negativos que llevan reprimidos, mucha tristeza y frustraciones”, dijo Buitrago.

Agregó que para danzar no es necesario un cuerpo escultural “es para todas y todos los cuerpos. Hay mujeres muy delgadas que no mueven un músculo y mujeres muy pesadas que se mueven impresionante”.

Buitrago enfatizó en que la danza es la antesala a un estilo de vida saludable, “puesto que los movimientos requieren fortaleza muscular, resistencia cardiovascular y fluidez en el cuerpo”, puntualizó.