Jenny De la Barrera
El Diario del Otún
El Diario del Otún
Cerca
de 300 mujeres de la región toman clases de danza anualmente con
Juliana Buitrago, una bailarina de danza oriental certificada en las
mejores academias del país y Argentina.
Muchas de sus alumnas se motivan a mover las caderas por una razón diferente a la de seducir con sus movimientos. Se trata de una cuestión de baja autoestima, problemas emocionales, anorexia e incluso adicciones.
Muchas de sus alumnas se motivan a mover las caderas por una razón diferente a la de seducir con sus movimientos. Se trata de una cuestión de baja autoestima, problemas emocionales, anorexia e incluso adicciones.
“Hace 5 años
llegué a la danza porque estaba muy deprimida y una amiga me llevó a un
grupo. Una vez comencé a danzar, empecé a sentirme mejor y a despertar
la alegría de mi ser, a tener seguridad en mi misma y a mejorar mi
autoestima”, expresó Buitrago quien en los inicios de su carrera
perteneció al grupo de Danza Oriental Shazadi, donde compartió y
aprendió junto a sus compañeras durante casi dos años y medio.
Gracias
a su experiencia personal, la joven maestra concibe la danza oriental
como una herramienta terapéutica y de sanación, que ayuda a las mujeres a
sentirse mucho más relajadas, armoniosas, saludables y felices consigo
mismas y su entorno, mensaje que ha llegado muy bien a las pereiranas.
“La
danza oriental ha tenido una acogida muy buena en Pereira, las mujeres
están ávidas por despertar en ellas la alegría y seguridad. Hay mujeres
que la buscan para relajarse”, señaló.
Además que
contrario a lo que se piensa, en Pereira mujeres de todas las edades y
estratos sociales están optando por el baile como una alternativa para
reencontrase con ellas mismas.
“He visto a varias alumnas
llorar en la primera clase porque comienzan a sacar de adentro muchos
sentimientos negativos que llevan reprimidos, mucha tristeza y
frustraciones”, dijo Buitrago.
Agregó que para danzar no
es necesario un cuerpo escultural “es para todas y todos los cuerpos.
Hay mujeres muy delgadas que no mueven un músculo y mujeres muy pesadas
que se mueven impresionante”.
Buitrago enfatizó en que la
danza es la antesala a un estilo de vida saludable, “puesto que los
movimientos requieren fortaleza muscular, resistencia cardiovascular y
fluidez en el cuerpo”, puntualizó.