Con tres retroexcavadoras y siete volquetas se intenta despejar la vía principal que comunica a La Celia, la que se encuentra totalmente taponada a la altura deEl Mirador, tras los deslizamientos de tierra causados por la ola invernal del fin de semana. Este es el caso más preocupante de los daños sufridos en varias vías de Risaralda, reveló Ana María Arcila, secretaria de Infraestructura departamental, quien explicó se teme haya pérdida de la banca.

Otras son las carreteras que se encuentran altamente afectadas en el municipio de La Celia, donde se redoblan los esfuerzos para abrir la vía principal, mientras se habilita una vía alterna por La Laguna. Los deslizamientos de tierra han ocasionado taponamientos que dejan parte de la zona rural incomunicada y daños severos en acueductos en este municipio.
En la vía a Marsella se presentan nuevos deslizamientos, luego de los trabajos hechos para limpiar la carretera, lo que impide nuevamente el paso por la vía principal. Caso parecido se vive en Apía donde permanecen incomunicadas las veredas de Jordania, San Andrés, Guarne y Baja Campana, con el agravante que el municipio no cuenta con maquinaria para acelerar la remoción de tierras.
En Santa Rosa de Cabal se reportó pérdida total de la banca en la vereda Fermín López, en la cual se deberán realizar obras que ascienden los 200 millones de pesos, por lo que Arcila explicó se presentará un proyecto ante el Gobierno nacional para solicitar los recursos económicos. De igual manera en Mistrató se encuentra incomunicada la vereda El Pomo y en Dosquebradas está obstaculizada la vereda Filo Bonito y dos viviendas se encuentran afectadas por un deslizamiento en Altos de la Capilla.
Por su parte, en Guática persisten los daños en el acueducto del corregimiento San Clemente y el alcantarillado de la vereda Travesías, y en Pueblo Rico se siguen presentando deslizamientos en Villa Claret.
Pereira, que también sufre ante las inclemencias del clima, se encuentran 100 familias afectadas tras la inundación del corregimiento de Caimalito.
Es así como el departamento tiene hasta el momento, 10 frentes de trabajo en los diferentes municipios, y para cubrir la emergencia ha tenido que alquilar dos retroexcavadoras y cuatro volquetas, lo que se ha financiado con los 500 millones de pesos aprobados por el Fondo Nacional de Gestión del Riesgo, según dio a conocer Arcila, quien prevé la posibilidad de aumentar estos recursos a 800 millones para actuar con más eficiencia en la remoción de derrumbes.
Las demás secretarías departamentales también permanecen alerta ante la situación que vive el departamento, por lo que se realizó una sala de crisis, en la que el gobernador encargado, Javier Darío Marulanda, enfocó acciones con relación a la manipulación de alimentos, el manejo de agua potable y de desechos, prevención de enfermedades, atención en salud mental y convivencia a los hogares que son re ubicados en albergues. Asimismo la Gobernación de Risaralda busca medidas para prevenir daños a causa de la ola invernal.