Nada del otro mundo parecen ser las edificaciones abandonadas y los terrenos baldíos que existen en medio de la ciudad, pero estos sitios vistos de cerca constantemente están invocando recuerdos de una Pereira que una y otra vez ha tenido que empezar de nuevo, contando historias de una ciudad de la que aparentemente no dan cuenta las administraciones municipales, acumulando basuras, refugiando habitantes de la calle, sirviendo de madriguera para los delincuentes y hablándonos de contradicciones, olvidos y abandono.

Casi parecido fue el destino del edificio ubicado en la calle 14, detrás del nuevo Centro Comercial Uniplex, desecho primero por un terremoto, luego por el tiempo, aunque sus columnas permanecen fuertes, no es ni la huella de lo que algún día fue, en las noches sirve de refugio de habitantes de la calle, los que han encontrado un hogar en los sitios olvidados de la ciudad. Se encuentra en venta, pero esta estructura vieja parece no ser atractiva para nadie.
Otro lugar, de los muchos que pueden existir así, es el antiguo centro comercial ubicado en el sector La Isla, de Cuba, un sitio reconocido por ser el paso obligado de las personas que se dirigen a algún barrio del sector, su historia no fue otra que la soledad, comenzó a quedarse solo hasta terminar abandonado, luego de muchos años de permanecer así se proyecta hoy la construcción de un nuevo centro comercial, una nueva oportunidad al espacio que fue sinónimo de descuido.

Es así como la huella de los años ha caído en estas estructuras que algún día fueron centros comerciales, sedes de EPS, edificios, como muestra de un pasado marchito que permanece, que no ha sido capaz de superarse. Otra parte de esta realidad que en ocasiones atemoriza a la ciudadanía, son los terrenos baldíos que existen en el centro de la ciudad que intentan esconderse en muros de 2,20 metros como lo reza el Acuerdo Municipal, muros golpeados por la indiferencia.

Sin embargo la realidad es mucho más compleja en estos casos, así lo hizo saber el director operativo de Control Físico, Ernesto Castaño Eastman quien confesó que no se puede hacer nada, los terrenos baldíos y estructuras abandonadas en la mayoría de los casos son predios privados y no hay normatividad que legisle al respecto, por tanto el municipio no puede intervenir directamente, excepto cuando estas estructuras representan peligro para la vida humana, es decir, estén a punto de colisionar, son los dueños los únicos que pueden disponer de estos sitios.
