Erwin Pachón Ortiz
@ErwinPachon
La falta de oportunidades laborales en el entorno local y la baja remuneración, son algunos de los factores que ocasionan que la migración de profesionales risaraldenses cada vez sea mayor, así lo evidencia el resultado del estudio migratorio del Centro de Investigaciones de la Universidad Libre de Pereira.
La investigación denominada “Dinámica Migratoria de Risaralda”, analizó el comportamiento migratorio de todos los municipios de Risaralda a excepción de Pereira y Dosquebradas, para ello fueron entrevistados 885 hogares que manifestaron tener 1274 familiares o personas cercanas que al momento de realizar la encuesta residían en el exterior.
Angélica Viviana Morales, coordinadora de la Oficina de Relaciones Interinstitucionales y monitora del Centro de Investigación de la Universidad Libre de Pereira, aseguró que la falta de oportunidades profesionales genera “una fuga de cerebros y conocimiento”.
Con el estudio se evidenció que muchos profesionales deciden buscar mejor suerte en otro país en actividades que nada tiene que ver con lo estudiado por tres años o más.
Según la encuesta, el 18,05% de las personas residentes en el exterior ha completado sus estudios de educación básica primaria, mientras que la gran mayoría de estas personas han culminado los estudios de educación básica secundaria, el 56,27% del total. Las personas con nivel técnico y tecnológico representan el 7,45% y el 2,04% respectivamente, mientras que los profesionales representan el 16,16%”, aseguró Morales.
Para Jhonier Cardona Salazar, director de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y Contables de la Unilibre, la solución debe estar enmarcada en procesos de diálogo entre gremios, sociedad civil y academia.
“Hay que entablar un proceso conciso y serio que nos permita formar profesionales acorde a las necesidades laborales del departamento. No podemos seguir en el camino del subempleo, donde las personas laboran en oficios que nada tienen que ver con lo aprendido en la academia”, explicó Cardona Salazar.
Según el Departamento Nacional de Planificación de Colombia, de 1998 a 1999 emigraron 85.000 colombianos, cuyo nivel educativo superaba los tres años de educación universitaria, por lo cual se perdieron 2,365 millones de dólares en ese período, recursos que fueron invertidos por la sociedad en su educación. La entidad afirmó que esa suma equivale al presupuesto de un año en la educación básica de los niños del país.
“Está demostrado que un sólo estudiante universitario le cuesta al estado anualmente 10 millones de pesos, en un carrera universitaria la suma ascendería a los 50 o 60 millones de pesos, esa inversión en muchos casos se pierde con la fuga de cerebros”, explicó el académico al tiempo que resaltó que son los ciudadanos a través de los impuestos los que financian la educación.
Finalmente resaltó que aquí se forman los técnicos, ingenieros, sociólogos, arquitectos, médicos y en otros países los aprovechan, especialmente Canadá, Estados Unidos, España y Venezuela.
Las Cifras
8 % es la tasa de crecimiento de personas egresadas en Risaralda, cifra que es superior al 3% que se registra a nivel nacional.
