Desmayos, gritos y uno que otro vergonzoso accidente se ha presentado en esta antigua casa que en pleno mes de las brujas presta el servicio de asustar a quien se atreve a entrar por estos oscuros pasillos. Marlon Vélez Montes y su hermano Iván Darío Vélez Montes, decidieron hace un año poner en práctica sus conocimientos en arte cinematográfico y dramático para generar un espacio digno de las películas de terror.
“Más de uno se ha desmayado, cada rato se orinan del susto”, afirmó uno de los hermanos, quien asegura que la casa ya venía con su propio espanto, “han renunciado 4 empleados porque les movían las cosas, escuchaban pasos. En esta casa asustan”.Según Marlon Vélez Montes, esta casa tiene cerca de 80 años de haber sido construida, “la elegimos porque nos pareció tenebrosa”. El joven artista asegura que su éxito radica en que ellos mismos sienten terror, “queríamos crear algo que fuera tan miedoso que nos asustara a mi hermano y a mi y a nosotros nos da miedo de verdad”.
Los personajes de las películas más famosas del género fueron construidos por estos artistas, de 29 años, quienes le agregaron realismo a su creación por medio de la tecnología, “los muñecos tienen animatronic, además interactúan con varios actores quienes representan las escenas elegidas”.
Samara, la reconocida niña de la película El Aro, el temido payaso “Cosa”, el muñeco de máscara blanca y triciclo en la saga de terror Saw y varias brujas, hacen parte del repertorio preparado para el público pereirano, “la gente paga para que los asustemos. Muchas personas son morbosas, les gusta ver sangre”, señaló Vélez Montes.Continuamente en la antigua casa se renuevan sus personajes, “recientemente renovamos el reparto para que las personas que nos visitan no se aburran de ver siempre lo mismo”.
El recorrido es acompañado por su respectiva ambientación, “agregamos olores como el de flores secas, alcohol y a muerto junto a la ambientación musical porque esto hace que el suspenso estimule de forma más directa el cerebro”. Los jóvenes tienen planes de abrir un museo de asesinos en serie.
