Alrededor del 50 % de los estudiantes del colegio Deogracias Cardona ubicado en el centro de la ciudad de Pereira residen en el sector de Samaria donde el año que viene comenzará a funcionar la mega institución con el mismo nombre. “El Deogracias Cardona, patrimonio cultural de la ciudad ve amenazada su existencia en medio del proceso de privatización de la educación” afirman sus directivas.

Gloria Estrella Naranjo, coordinadora de cobertura anunció que los hechos responden a una necesidad de la comunidad, “los niños están donde los padres decidan, pero eso no traduce que se va a cerrar algún establecimiento educativo y así lo dijimos en el Rocío. En esa reunión yo le pedí a los padres que levantaran la mano para saber cuantos papás pensaban dejar a sus hijos en la escuela y todos los hicieron.
"Es obvio que si todos ustedes van a dejar a sus hijos aquí, entonces este centro educativo no tiene porque cerrarse, los maestros estarán, donde estén los niños, las plantas físicas que están habilitadas serán donde llegaron los niños”, señaló la funcionaria.
Sin embargo, la comunidad del Deogracias Cardona asegura que la intención del municipio es cerrar el colegio para hacer uso del lote, “se ve un claro fin de acabarlo y hacerse a estos terrenos que para nadie es un secreto son buscados afanosamente por empresas comerciales por su excelente ubicación.”
La Fundación Fé y Alegría, administradora del megacolegio de Samaria cuenta con un presupuesto que sobrepasa el millón de pesos por alumno, mientras que a los colegios oficiales como el Deogracias recibe menos de $ 50.000 por estudiante matriculado. “No puede compararse. A una institución oficial se le asignan recursos para gratuidad y a un colegio de concesión se le paga por alumno atendido”.
Naranjo asegura que la empresa contratada es quien asume la responsabilidad financiera de la institución, “tiene que pagar la totalidad de la administración del plantel, lo que conforma la planta física, la sostenibilidad financiera en cuanto a costos de pagos de servicios públicos y demás y los sueldos de los empleados, mientras que en un colegio oficial, los maestros son pagos por el
Estado a través del municipio, lo que se gira es un valor complementario para las actividades pedagógicas porque el resto lo asume el Gobierno. Las diferencias ahí no se pueden iniciar por un rango simple de que a una institución de concesión se le paga un millón mientras que a un colegio oficial son sólo 50 mil pesos, porque con ese millón deben costear absolutamente todos los gastos”, explicó.
“Son colegios del municipio, la diferencia la hace que la administración está a cargo de un privado”, enfatizó la coordinadora de cobertura.
Oferta
En Samaria, como en otros sectores a aumentado el número de habitantes, “el colegio Hugo Ángel Jaramillo ubicado en el sector de Málaga o el que está en Tokyo, que es el Jaime Salazar Robledo, son colegios que se construyeron en virtud de una movilidad poblacional que se está dando en el municipio”.
Más de mil familias llegaron a Tokio y de 2400 que se trasladarán al Remanso ya llegaron 1200, anunció la secretaría de educación, “muchos niños y jóvenes necesitan el colegio ahí en su sector, los colegios tienen que irse moviendo hasta donde se mueve la población, no los niños donde están los colegios, sino los colegios donde están los niños”.
Para la comunidad del parque Industrial era evidente que hace muchos años ya necesitaba un colegio nuevo porque Ciudad Boquía atiende 2500, pero otros 3000 niños se tenían que desplazar desde el Parque Industrial hasta otras partes del municipio porque no conseguían ningún cupo en Ciudad Boquía, por eso 1.200 niños se matricularon en el colegio de Málaga, mientras tanto otros deciden quedarse en sus colegios en el centro de la ciudad y nadie impidió que se quedaran allí porque quien toma la decisión son los padres”.
Por su parte en el barrio El Remanso dentro de poco se necesitará otro colegio para los más de 2.000 niños que están por llegar, “por ejemplo San Joaquín está creciendo a pasos agigantados y si nos vamos a mirar el crecimiento en vivienda, Pereira es la ciudad del país que ha mostrado mayores resultados en ese aspecto.
Privatización
Por doce años, tres empresas privadas tendrán la dirección de los megacolegios, lo que según la secretaría es una estrategia del Ministerio de Educación para involucrar a la empresa privada en la administración de las instituciones.
“El municipio de Pereira no tuvo nada que ver con la contratación, esa es una contratación que direccionó el Ministerio y en ese-proceso donde se presentaron muchos oferentes ganó la Unión temporal de la Utp-Alma Máter, para la tercera concesión del colegio Samaria, también convocada por el Ministerio, la ganó la Fundación Fé y Alegría con la comunidad religiosa San Ignacio del Oyola”, anunció Naranjo.
Los docentes y el resto de personal será asignado por las empresas a las que les fue adjudicada la administración de los planteles, pero no perderán la calidad de institución pública, “son colegios públicos, se le paga a otro para que preste el servicio, pero los colegios son del municipio, el terreno es del municipio la construcción la hizo el estado, toda la infraestructura y los materiales le pertenecen a Pereira y cuando termine el contrato deberá ser devuelto todo a la Alcaldía”.
La funcionaria enfatizó en que los planteles seguirán siendo de carácter público “por tanto son matricula oficial por lo que no se puede cobrar a la comunidad ningún costo educativo”.