Para David Contreras, el proyecto de terapia celular que se viene adelantando en el país y especialmente en Risaralda, a través del programa Granito de Mostaza, del cual se están beneficiando 130 niños de escasos recursos con problemas de parálisis cerebral, neurológicos y otras sintomatologías, debe seguir creciendo, para que los beneficios del proceso médico también llegue a otros sectores de la población.
Pensando precisamente en cumplir este sueño, viene trabajando en tres importantes proyectos en los que están involucrados Pereira y regiones del departamento, como es la apertura al público de un consultorio médico y la construcción de la primera clínica de terapia celular en el país.
Podría decirse que lo más seguro que se tiene en este momento es la instalación del consultorio para la atención de pacientes de todo el occidente colombiano, es decir personas que vendrían del Eje Cafetero y Valle del Cauca entre otras regiones.
“No podemos desconocer que a Pereira la tenemos en mente para nuestros proyectos, entre ellos el consultorio, no sólo con el fin de atender a más cantidad de personas con nuestra terapia, sino por los lazos que se han construido con esta zona del país”, afirmó el médico Contreras, quien aseguró que hacia el mes de febrero se estaría poniendo en marcha.
En el segundo proyecto en el que viene adelantando gestiones, Risaralda tampoco se sale de las posibilidades, porque la clínica de terapia celular que quiere construir, pretende hacerla con un modelo innovador desde el punto de vista empresarial y de atención personalizada de los pacientes, y que requiere de las posibilidades ambientales que ofrece esta región.
“Una de las características principales que tendría esta clínica es que los procesos de un SPA se vincularán a los que se adelanten con la terapia celular, es decir, que el paciente recibirá además del tratamiento celular, un programa completo de atención personalizado que incluya la utilización de la hidroterapia, un adecuado programa nutricional, y un espacio distinto de descanso al que está acostumbrado, todo encaminado a la prevención”, agregó el médico.
Y el último sueño que desea cumplir es la construcción de una fundación, aunque el trabajo que se adelantaría desde la misma ya se viene cumpliendo y así lo demuestran los 130 niños y adultos que están inscritos en el programa Granito de Mostaza.
“La fundación es algo muy importante para nosotros, porque nuestra principal meta es llevar esta terapia a la mayor cantidad de niños".
