pereira

Mostrando entradas con la etiqueta “Corregir a nuestros hijos es un acto de amor”. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta “Corregir a nuestros hijos es un acto de amor”. Mostrar todas las entradas

“Corregir a nuestros hijos es un acto de amor”- El Diario del Otún - Octubre 23-2011




Padres y madres del colegio Sagrados Corazones asistieron a la Conferencia “La Magia de las Normas, dictada por Ana María Londoño Jaramillo, coordinadora de Red Papaz en Manizales, La psicóloga asegura que cuando los niños tienen límites se puede hacer “magia” en su comportamiento.

“Cuando nosotros tenemos en la familia unos limites vamos convirtiendo nuestra existencia y la de nuestros hijos en algo más tranquilo, sin necesidad de desgastarnos, sin tener que estar peleando constantemente con ellos”.

Londoño Jaramillo afirmó que la clave para tener una buena relación parental radica en establecer claramente qué pueden hacer los niños, que no y cuáles son las consecuencias si trasgreden lo acordado.

Todas las bases sólidas de las normas se establecen con fuerza los primeros siete años de vida, “estoy hablando desde el momento de la lactancia, cuando yo amamanto a mi hijo y mi hijo me muerde, desde ahí tengo que empezar a enseñarle que hay un límite, que yo lo voy a alimentar siempre y cuando el me trate bien pero que yo no tengo porque permitirle que me muerda y estamos hablando de un bebé de 3 o 4 meses”.

“Tengamos en cuenta los padres, que los adultos somos nosotros y que los hijos están ahí para aprender de nosotros. El mundo actual vive en desequilibrio, muchos padres y madres en aras de quedar bien intentan una relación de igualdad que vulnera la seguridad de los hijos, si el menor no nota una persona dominante, que lleve la batuta en el hogar, se desubica y eso lo lleva a que sea agresivo, mentiroso y que se presenten más dificultades cuando son adolescentes”.

La especialista en Infancia y adolescencia asegura que los padres en general fallan en muchísimas cosas, “no lo hacemos por negligencia sino por desconocimiento, si tuviéramos un manual de manejo de nuestros hijos todo sería prefecto”.

Según Londoño Jaramillo, uno de los errores principales está en olvidar cuales son nuestros roles en la familia, “la responsabilidad no es la de ser el mejor amigo de un hijo, sino ser el mejor padre”.
 

Soledad

Querer equiparar la ausencia de los padres y el vacío de los niños con objetos materiales y lujos genera bastantes problemas en la adolescencia, “tenemos un poco de miedo a decir no y que en un momento de rabia nos reprochen nuestros hijos que somos los peores padres”.

La psicóloga asegura que de manera equivocada intentamos por todos los medios evitar que los niños sientan algo de frustración, “una de las cosas que nos fortalece a nivel psicológico es aprender a vivir con la frustración porque a medida que vamos creciendo frustración es lo que vamos a encontrar en la vida y desde pequeños deberíamos aprender a manejarla para ser más fuertes”. 


Corrección

A través de diálogo y con firmeza se puede educar a los niños, “el hecho de generar unos hábitos de sueño adecuados y de alimentación, enseñarles a los hijos a comer lo que hay en la casa, no lo que quieren comer, son cosas sencillas que no implican ningún esfuerzo adicional, simplemente es tener conciencia de que en el momento en que están pequeños tenemos que tener un equilibrio entre disciplina y amor porque hace tanto daño la disciplina sin amor, como el amor sin disciplina”.

La especialista señala que el niño necesita normas y límites para tener una ambiente adecuado, “eso le genera seguridad, tranquilidad, y una sensación de ser amado, si lo dejo como un animal salvaje, que haga lo que quiera, él se va a sentir desprotegido y eso le va a generar mayores dificultades que vienen a aparecer en la adolescencia”, puntualizó Londoño Jaramillo.