
Juan Manuel Toro Monsalve
Periodista El Diario / La Tarde
Como preocupante calificaron la situación de los tenderos del departamento ante la posibilidad de que en la reforma tributaria que tramitó el Gobierno nacional se apruebe un impuesto adicional a las gaseosas y demás refrescos.
El proyecto en el artículo 199 define que la tarifa del impuesto nacional al consumo de bebidas azucaradas será $ 300 por cada litro (mil centímetros cúbicos o su equivalente) y cobijará a las bebidas azucaradas, entre las que se incluyen energizantes, saborizadas y en general cualquiera que contenga azúcares añadidos o edulcorantes.
Además de los concentrados, polvos y jarabes que, después de su mezcla o dilución, que permiten la obtención de bebidas azucaradas, energizantes o saborizadas.
La medida afectará principalmente el bolsillo de las personas con menos recursos. Las gaseosas ocupan el primer lugar en el consolidado de productos que mayor margen le dejan al canal tradicional.
En consecuencia los tenderos en Pereira y su área metropolitana estiman que sus ventas pueden caer hasta un 33 % sobre el ingreso neto total, esto sin contar las ventas asociadas a las bebidas como productos de panadería, paquetes , pasabocas y otros.
Las gaseosas se encuentran presentes en el 94 % de las tiendas de barrio donde el total de las ventas que generan, el 20 % corresponde a este tipo de productos. El margen promedio de ingreso neto por venta de bebidas es del 20 %, superior al 12 % promedio de los otros productos vendidos, sumado a que las tiendas generan ventas asociadas a las bebidas como los productos alimenticios.
Para los tenderos en Risaralda, la pérdida de estos ingresos afectará gravemente la generación de empleo. Según Victoria Eugenia Echeverri, directora ejecutiva de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) en Risaralda, el sector hace un esfuerzo importante para tener empleados y formalizarse, por lo que tener menos ingresos, significará la pérdida de empleos formales.
“Esta medida que quiere implementar el Gobierno es altamente regresiva. La afectación sobre los tenderos del departamento es de proporciones mayores y sobre las personas con menores ingresos es muy marcada, porque son ellos quienes consumen estos productos con mayor penetración. Le están metiendo la mano en serio al bolsillo del consumidor y poniendo en riesgo los esfuerzos para formalizar a de tenderos en la región”, afirmó.
El gravamen de $ 300 por litro en estas bebidas lo pagarán los consumidores y las tiendas, teniendo encuenta que las gaseosas ya pagan un impuesto (IVA del 16 %) que lo tributa la industria, no el consumidor final.
“Este nuevo tributo encarecerá el precio al consumidor final, dado que se adicionará al IVA actual”, explicó.De acuerdo con una encuesta realizada por el programa Fenaltiendas, en Risaralda el 86 % de los dueños de tiendas de barrio temen que esta medida afecte su negocio.
En contra
Dentro de las bebidas azucaradas entrarían las gaseosas, los té, los jugos y los polvos para disolver y que contengan azúcar. Según Fenalco, la razón de la propuesta obedece a una medida de salud para reducir el sobrepeso “pero en verdad, es una manera de recolectar más dinero que pagará principalmente el grupo de consumidores de menores ingresos, afectando a la industria y a los comerciantes”.
De acuerdo con datos del gremio de los comerciantes, las gaseosas solo representan el 3 % de las calorías diarias consumidas en promedio y Colombia comparado a otros países de la región, es de los que menos bebidas azucaradas de la industria consume.
Para Echeverri, las bebidas azucaradas no son la causa de la obesidad, existen múltiples factores asociados a esta enfermedad, como la inactividad de los menores y la falta de políticas claras en materia de alimentación. “Además, las decisiones nutricionales son responsabilidad de los Padres y no del sistema tributario”, dijo.