En una audiencia de garantías celebrada ayer en Pereira, un juez decidió que los hermanos vallunos, quienes hoy se encuentran sindicados de múltiples delitos, deberán estar tras las rejas como medida de aseguramiento mientras se lleva a cabo el proceso que debe aclarar su situación legal.
El Fleteo
El pasado sábado, cuando Yerbel Ulises Agudelo y Eider Eliécer Muñetón llegaron a una reconocida entidad bancaria de Apía, Risaralda, con fines de retirar una fuerte suma de dinero para realizar el pago del jornal a los trabajadores de la finca en que ambos también laboran, no pensaron que serían víctimas de fleteo unos instantes después al salir de la entidad, ambos productores de plátano fueron alcanzados por dos hombres que armados con una pistola 9 milímetros y a bordo de una motocicleta trataron de intimidarlos para que entregaran los casi 19 millones de pesos que habían empacado en un maletín.
Los agricultores, quizá pensando en salvaguardar el dinero de todos los trabajadores, se enfrentaron a los ladrones y estos los agredieron, resultando Yerbel Ulises Agudelo, con un impacto de bala en su humanidad, y Eider Eliécer, golpeado fuertemente en la cabeza con la cacha del arma.
En ese momento un oficial, perteneciente a la Policía de Risaralda, se percató de la situación e inició una persecución inmediata de los dos sujetos, a la que rápidamente se unió otro uniformado y terminó en la captura de ambos individuos que fueron alcanzados en la calle 5 # 7-03 de dicho municipio, donde se encuentra la entrada al parque de la vida Jaime Rendón Ovando. Después de un breve forcejeo que finalizó con la reducción y detención de los sujetos armados, se procedió a su identificación y se supo que se trataba de José Wilder y Hernando Iván Cano Villa de 32 y 25 años respectivamente.
Aunque ambos hombres habían tratado de deshacerse tanto del arma como del bolso con el dinero -el cual ya fue retornado a sus legítimos dueños- les resultó imposible negar la flagrancia de su delito y debido a esto debieron comparecer ayer ante la ley en una audiencia de garantías en la que aunque su abogado defensor pidió que se les cobijara con medida de aseguramiento en sus viviendas -dado que ambos aseguraron trabajar en una constructora de ladrillos del Valle-, el juez decidió que no se demostraba suficiente arraigo a la comunidad y que sería posible que huyeran en algún punto del proceso.
Los cargos de los que la Fiscalía acusó a estos hombres son los de ser presuntos autores a título de dolo de hurto calificado y agravado, en concurso con porte ilegal de arma en circunstancia de agravación.
El hurto es calificado ya que hubo violencia sobre las víctimas, agravado porque eran dos agresores en concurso con el porte ilegal de arma, la cual fue disparada y tenía otros 14 proyectiles.
Ambos detenidos optaron por guardar silencio ante los cargos endilgados e iniciará su proceso legal para definir cuál será la determinación de la justicia colombiana ante sus actos.
En cuanto a los heridos de este caso, ambos se recuperan satisfactoriamente
