pereira

“No somos delincuentes” - El Diario Del Otún - Octubre 20 2015 - www.ciudadpereira.com


Andrea Vargas 
El Diario del Otún


Una larga fila permaneció en la entrada de la Registraduría municipal de Pereira durante el día de ayer por las quejas de los ciudadanos que fueron notificados por trashumancia electoral. 
Muchos de ellos sienten que fueron tratados como delincuentes porque les endilgan un delito sin conocer cuál fue el procedimiento que la autoridad realizó para determinar si hubo o no trasteo de votos.



Uno de los casos que se consideran insólitos es el de Isabel Cristina, una joven que recientemente cumplió los 18 años y su cédula fue inscrita en un barrio lejano a su casa en Samaria, donde vive. Decidió trasladarla de puesto de votación pero su inscripción fue anulada, a pesar de que es la primera vez que puede acudir a las urnas.



Jesús Antonio Otálvaro Bermúdez también está en esa situación y manifiesta que hace un tiempo se vino a vivir a Pereira, luego de estar toda la vida en Dosquebradas, por nuevas oportunidades de trabajo e hizo el traslado de la cédula.



Su inscripción fue anulada y está indignado porque siente que no hicieron el debido proceso. “¿Le pregunto al magistrado Carlos Tamayo Asís, que fue la persona encargada de la investigación, según lo que aparece en la Resolución 4000 de 2015, cuál fue el proceso que adelantó? ¿Por qué están sancionando a los ciudadanos sin adelantar el debido proceso? Ni siquiera averiguaron la dirección que di”.



Otro ciudadano que estuvo toda la mañana realizando la fila en la Registraduría fue Edward Gutiérrez Valencia, quien manifiesta estar preocupado porque es acusado de un delito que asegura no haber cometido.



“La verdad estoy preocupado porque sé que es un delito que puede conllevar a cárcel. Por otro lado me acusan, sin ningún fundamento porque yo vivo hace un año en Pereira y traigo el contrato de arrendamiento a mi nombre. No entiendo por qué faltando ocho días para las elecciones lo notifican a uno”.



Por su parte Eduardo López manifiesta que esto que hace el Consejo Nacional Electoral es “parte del fraude electoral, por eso gana la minoría, pero cuando uno ejerce el derecho entonces el Estado nos impide votar. Esto es parte de la maquinaria política, por los políticos corruptos de este país”. 

CNE



Por su parte Felipe García Echeverri, vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, señaló que el Eje Cafetero está por encima del promedio nacional en términos de trashumancia electoral. 
Mientras en el país se excluyó el 42,2 % del total de cédulas inscritas que asciende a 1.605.109, Risaralda tuvo el 43,3 % de cédulas anuladas.



“Los tres departamentos del viejo Caldas tienen un porcentaje muy similar, entre 43, 44 y 45 % en términos de cédulas excluidas en investigaciones por trashumancia. Estos son los porcentajes equivalentes al total de cédulas excluidas, frente al total de cédulas inscritas en un periodo de 10 meses, entre el 25 de octubre de 2014 y el 25 de agosto de 2015”, dijo.



“En el caso concreto de Risaralda 37.387 cédulas, respectivamente, equivalen al 43,3 % del total de las cédulas inscritas. Las capitales son las que presentan los porcentajes más bajos, porque más que recibir, son exportadores de trashumantes”, agregó el vicepresidente del Consejo Nacional Electoral.


¿Qué hacer?


Inicialmente debe presentar un recurso de reposición contra la resolución que declaró nula la inscripción, además de acreditar la residencia o vínculo laboral con el municipio en el que reside.
Para ello puede utilizar la carta laboral, de arrendamiento o certificado de estudios. Finalmente, ingrese al Fosyga (www.fosyga.gov.co) donde debe sacar copias de su registro y todos estos documentos debe radicarlos ante la Registraduría o el CNE.


Opiniones


Luz Mary Valencia

“Yo pago impuestos en Pereira y tengo mi vivienda en la zona de Cerritos. Con mi esposo inscribimos la cédula pero a él se la aceptaron y a mi no. Esto es un atropello”.

Marta Doris VÉlez

“Hace un año vivimos en Pereira, estábamos en Bogotá y como manda la ley inscribimos la cédula donde actualmente vivimos. Ahora nos dicen que somos delincuentes”.