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Los jóvenes peliones - El Diario Del Otùn - Julio 5 2015

Un grave situación de violencia se viene presentando en varios barrios de la Ciudadela Cuba, debido al aumentó de peleas entre los jóvenes del lugar.

Ante la denuncia de padres de familia, este medio visitó los sectores Alejandría y Villa Navarra, donde el viernes en la noche se presentó una riña entre dos adolescentes, mientras sus compañeros de estudio y vecinos, arengaban para que los muchachos continuaran golpeándose.

Ernesto Martínez, residente del barrio Alejandría, le manifestó a El Diario del Otún que “el problema no es que se estén peleando, eso es normal en los jóvenes, la problemática es que con el acompañamiento de otros muchachos se están haciendo corrillos donde todos incentivan las peleas”.

En diálogo con esta casa editorial, Jaime Velásquez, sicólogo de niños, afirmó que “las disputas físicas entre los menores de edad, tienen un alto componente de aceptación social, los jóvenes buscan hacer parte de un grupo de amigos y en muchas ocasiones la prueba de ingreso es pelear. Hoy en día las redes sociales juegan un papel fundamental en estos encuentros, porque es por ese canal donde se citan a luchar después de hacer insultos contra otro grupo”.

En la pelea que se registró el pasado viernes en la noche, la Policía hizo presencia durante varios minutos, no obstante los jóvenes detienen las disputas, mientras los uniformados se encuentran en el lugar y posteriormente vuelve a desatarse el enfrentamiento.

Uno de los uniformados que prefirió que su nombre se mantenga en secreto, le comunicó a este medio de comunicación que “muchos residentes nos llaman cuando están sucediendo las peleas, porque además hay un alto consumo de marihuana, pero cuando nosotros llegamos todo se calma por unos momentos. Aquí necesitamos apoyo de los padres de familia para evitar que se sigan registrando estos eventos callejeros”.

Otro de los inconvenientes con estos conflictos en las vías, es que son el primer paso para la conformación de pandillas, que no solo pelean con puños sino que utilizan armas cortopunzantes y de fuego y son los encargados del control del microtráfico en diferentes sectores.

Martínez aseguró que “la falta de autoridad de los padres, los hogares disfuncionales donde falta alguno de los progenitores o el joven es criado por los abuelos, son insumos para que los adolescentes sientan que su familia son los amigos y que por esto harían lo que fuese necesario, hasta pelear o incluso llegar a matar”.

Entre algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta para detectar si el joven está asistiendo a estás disputas callejeras, están: revisar que no presente magulladuras, golpes en el rostro, moretones en las manos y/o dedos quebrados.

Fuera de esto, uno de las principales señales corresponde al cambio de actitud del adolescente, ya que uno de los síntomas es la agresividad por parte del menor, que en muchos casos se presenta contra los padres o hermanos.