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Pocos votos, pocas ventas- El Diario Del Otún - Junio 16 2014

Ante la afluencia de votantes y el rechinante sol dominical, los vendedores ambulantes trataron de sacarle la mejor ganancia al día al tras ubicarse cerca de los centros electorales, con el objetivo de que eligieran, después de cumplir con su deber ciudadano, alguno de los productos que ofrecieron.

Uno de ellos fue Juan José, vendedor de ponche espumoso, un alimento que todavía se vende y que ofrecía a mil pesos el vaso, labor con la que ayer trató de sacarle el mejor partido a las elecciones. 
"Es un día normal, como hay pocos votantes, pues hay pocos clientes y ahí nos vamos defendiendo. Ojalá que en la tarde venda todo", dijo con la esperanza que nunca pierde, de agotar la existencia de ponche.
Y Luis Alberto Aristizábal sacó las tradicionales solteritas, que vende a 500 cada una, labor en la que lleva 24 años.
"Vamos a ver qué pasa, hay pocos clientes y espero con paciencia que las pueda vender todas", añadió. 
Sus solteritas están casadas con alguno de los aspirantes presidenciales, porque aclaró con vehemencia que antes de sacar el puesto, fue a votar.
Tintero
Otro vendedor ambulante que estacionó su carro lleno de papas rellenas, tinto, pintadito, colada, sirope y chocolate fue José Jesús Ospina, quien lleva 10 años en el oficio.
"Casi no hay gente pero hay que trabajar con moral, es un día regular y pensé que me iba a ir mejor", anotó mientras le despachaba tinto a un cliente que se acercó, además, a preguntarle por el costo de la papa. "Vale 500 y están calientes".
Y quien vio en el solazo del domingo su mejor oportunidad para aumentar las ventas fue Gustavo Pérez, quien todos los días arrastra su bodega llena de helados, chococonos, vasitos y paletas.
Su día estuvo "congelado". "Ha sido duro, con tanto calor y pocos clientes han venido, no falta sino que llueva por la tarde". A pesar de todo, ya había realizado algunas ventas, pero quizá no las que esperaba en un día de elecciones, cuando sale tanta gente a la calle.
Frutero
Además observamos a César Tulio Yusti, que deambula sin lugar fijo con su puesto de frutas en el que brillan las manzanas, la piña, el mango, la mandarina y la papaya y su salpicón tirita del frío en medio del hielo con el que lo conserva así para los clientes.
"Hoy está movido", dice, mientras pela una fruta que vende picada en vaso plástico, a mil pesos.
Finalmente en esa salida del puesto electoral, otro hombre se gana la vida con una chaza de dulces que tiene montada en la bicicleta roja con la que recorre la ciudad para vender sus chicles, minutos, galletas y chitos, entre otros productos.
"Hoy me ha ido bien porque tengo salud, pero las ventas son pocas, casi nadie ha salido a votar", se lamenta.

Al preguntarles por el tema de elecciones y el candidato de su preferencia, se miran a la cara y con gesto adusto, de poca sorpresa y con resignación, manifestaron "que gane cualquiera, para nosotros es lo mismo, igual mañana hay que salir a trabajar porque el que gane no nos va a llevar la comida a la casa"...