
"Vamos a ver qué pasa, hay pocos clientes y espero con paciencia que las pueda vender todas", añadió.
Sus solteritas están casadas con alguno de los aspirantes presidenciales, porque aclaró con vehemencia que antes de sacar el puesto, fue a votar.
Tintero
Otro vendedor ambulante que estacionó su carro lleno de papas rellenas, tinto, pintadito, colada, sirope y chocolate fue José Jesús Ospina, quien lleva 10 años en el oficio.
Y quien vio en el solazo del domingo su mejor oportunidad para aumentar las ventas fue Gustavo Pérez, quien todos los días arrastra su bodega llena de helados, chococonos, vasitos y paletas.
Su día estuvo "congelado". "Ha sido duro, con tanto calor y pocos clientes han venido, no falta sino que llueva por la tarde". A pesar de todo, ya había realizado algunas ventas, pero quizá no las que esperaba en un día de elecciones, cuando sale tanta gente a la calle.
Frutero
Además observamos a César Tulio Yusti, que deambula sin lugar fijo con su puesto de frutas en el que brillan las manzanas, la piña, el mango, la mandarina y la papaya y su salpicón tirita del frío en medio del hielo con el que lo conserva así para los clientes.
"Hoy está movido", dice, mientras pela una fruta que vende picada en vaso plástico, a mil pesos.
Finalmente en esa salida del puesto electoral, otro hombre se gana la vida con una chaza de dulces que tiene montada en la bicicleta roja con la que recorre la ciudad para vender sus chicles, minutos, galletas y chitos, entre otros productos.
"Hoy me ha ido bien porque tengo salud, pero las ventas son pocas, casi nadie ha salido a votar", se lamenta.
Al preguntarles por el tema de elecciones y el candidato de su preferencia, se miran a la cara y con gesto adusto, de poca sorpresa y con resignación, manifestaron "que gane cualquiera, para nosotros es lo mismo, igual mañana hay que salir a trabajar porque el que gane no nos va a llevar la comida a la casa"...