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La lonchera es una parte importante de la alimentación diaria de los hijos porque aporta la energía que necesitan para su jornada escolar, lo que los niños comen en el colegio también contribuye para su buena nutrición por eso la elección que se hace para la lonchera, además de incluir variedad de alimentos nutritivos debe estimularlos con el sabor, el color y la textura de los alimentos.
Una buena lonchera debe contener alimentos variados, de textura suave (sin exceso de condimentos o demasiado elaborados), sencillos y frescos.

Cuando se utiliza la comida para recompensar a los niños y/o para mostrarles afecto, ellos pueden empezar a utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras emociones negativas. En vez de recompensar a los hijos con sus manjares preferidos, abrácelos, elógielos y présteles atención.
Los dulces
Todos los alimentos tienen cabida dentro de una alimentación balanceada. La clave para lograr el equilibrio está en la variedad y el control que se tenga sobre el tamaño de las porciones.
“Es importante que cuando se incluyan golosinas en la lonchera, se escojan sobre todo aquellas que aporten más nutrientes como las derivadas de leche o aquellas elaboradas con fruta y en porciones pequeñas", concluyó Cortés.
Componentes
Los siguientes son los componentes que se deben usar al momento de poner en marcha la creación de las onces.
Energéticos: aportan energía para compensar la actividad física y están compuestos por carbohidratos. Los alimentos energéticos se clasifican en dos grupos, carbohidratos y grasas. Los primeros se consumen rápidamente al realizar actividades que requieran un gasto de energía, mientras que los segundos, lo hacen poco a poco, acumulando depósitos de grasa en diferentes partes del cuerpo que cumplen la función de reservas energéticas, para ser utilizadas cuando el organismo lo requiera.
En este grupo alimenticio se encuentran la avena, el cereal, el pan, las galletas, la pasta y los frutos secos, entre otros.
Constructores: aportan las proteínas que ayudan a formar los tejidos del cuerpo y a fortalecer los huesos. Lo componen los alimentos de origen animal como el huevo, la carne, el pescado y los lácteos, entre otros.
Protectores: regulan el metabolismo para garantizar la correcta absorción de los nutrientes y ayudan a prevenir enfermedades. Son ricos en vitaminas, fibras y minerales. Los minerales de las frutas y verduras también hacen un importante aporte en la protección contra enfermedades, además de promover el crecimiento y el desarrollo del niño. En este grupo se encuentran las frutas y las verduras.
Hidratantes: favorecen la digestión, regulan la temperatura corporal y ayudan al buen funcionamiento del organismo. Aquí se ubican los jugos naturales, el agua, las infusiones y algunas frutas como el melón y la sandía.
Los refrescos con gas y otras bebidas edulcoradas suman calorías y se interponen en el camino de la alimentación saludable. El agua y la leche son las mejores bebidas para los niños.
Sorprenda
Además de conocer cómo hacer la lonchera, es importante conversar con los niños sobre sus gustos y saber trucos para sorprenderlos. Una de las tácticas es formar dibujos con los alimentos y decorarlos para que se vean atractivos.
Así mismo, invitarlos a participar en la preparación de los alimentos dándoles la opción para que los elijan; hacer actividades como untar mantequilla o mermelada, lavar la fruta, decorar la comida, etc.

- Cereal con yogur.
- Una porción de gelatina.
- Una manzana.
- Sándwich de pavo con mermelada.
- Té frío sin calorías.
- Queso pera.
- Jugo de mandarina.
- Una porción pequeña de torta.
- Sándwich de jamón y queso.
- Fresa picada.
- Limonada.
- Un dulce pequeño.
- Barra de cereal baja en grasa.
- Banano pequeño.
- Yogur de frutas descremado.
– Té frío sin azúcar.
- 1 vaso de avena.
- 1 porción de galletas de sal o de dulce.
- 10 a 15 unidades de fresas o uvas.
Por otra parte, se aconseja combinar los colores y texturas; no empacar lo mismo todos los días; poner frutas sin cáscara; evitar los enlatados que son difíciles de abrir; procurar que los alimentos sean bajos en sodio, grasas saturadas y azúcares.
Los padres son el principal ejemplo para los niños y lo que coman, será también lo que comerán ellos.