pereira

Nació para ser reina - El Diario Del Otún - Julio 24 2013

Mauricio Gómez Buriticá
El Diario del Otún
 
Desde hace dos semanas la vida le cambió radicalmente a María Alejandra López Pérez, una hermosa joven pereirana de 18 años, que asumió con entereza el reto de ser la Señorita Risaralda y representar al departamento en el Reinado Nacional de Cartagena en noviembre próximo.
 
De figura imponente, belleza natural y medidas casi perfectas (90-62-96), esta estudiante de Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnológica de Pereira se declara apasionada por la lectura, una enamorada de su familia y sorprendida por la vida ante esta oportunidad que le ha puesto en el camino.
 
“Esta experiencia ha sido una bendición de Dios, sentí que debía aprovecharla y por eso decidí posponer el sueño de terminar mi carrera para seguir con la tarea de ser Señorita Risaralda”, comentó María Alejandra.

Así comenzó
Su proceso comenzó, sin querer, a sus 15 años de edad, con un estudio fotográfico en el que conoció a Carlos Zapata de Prorreinados. “Él fue el que me impulsó, el que me dijo que yo tenía el perfil de reina y desde ese momento yo empecé a cuidarme. El año pasado yo hice un catálogo de fotos con María Alejandra Franco y ella me contó sobre su experiencia como reina y desde ese momento me tracé esta meta”.
Al asumir su rol de Reina de Risaralda, tuvo que dejar atrás cosas de su vida cotidiana, sin abandonar su esencia “yo estaba acostumbrada a ir todos los días a la universidad, me mantenía en bluyines y tenis, todo era normal, como una estudiante universitaria, ya después de esto, tuve que empezar a usar tacones todos los días, a cuidarme mucho más y ser más femenina”. Sin embargo, ella mantiene su esencia. “Igual a mí me encanta todo esto, yo he sido muy femenina, muy vanidosa, entonces es algo que a mi me gusta”.
 
Huella familiar
El ser Reina no es algo nuevo para María Alejandra, pues su señora madre, Luz Estella Pérez, fue Reina del Marsella. Incluso participó en el reinado departamental del año 1990. “Yo siempre que la veía quería ser como ella, le tenía gran admiración y es quien me ha impulsado muchísimo, esta es una meta no sólo para mí sino para toda mi familia”, dice María Alejandra con mucho orgullo.
 
Orgullo que tampoco oculta cuando habla de su padre, Carlos Alberto López, de quien aprendió el amor por la lectura, una de sus pasiones. Dice la reina que “ese es un tema que me inculcó mi papá, desde chiquita me pedía que leyera todos los días así fuera una página, me decía ‘lea, lea, lea...’ y la verdad la lectura me ha ayudado mucho para enriquecer mi vocabulario, para hablar fluidamente y abrir mi mente”.
 
Su hábito de lectura es cierto, un libro de Gabriel García Márquez la acompaña en su mesa de noche como fiel prueba de su encanto por el apasionante mundo de las letras. De hecho, durante el tiempo en el que estuvo radicada en Estados Unidos, ganó varios concursos de lectura “yo participé en el concurso “Battle of the books” -Batalla de los libros- y gané varias veces”.
 
Etapa fundamental
Una de las etapas que más marcó la vida de María Alejandra fue la vivida en los Estados Unidos, país en el que vivió entre sus 4 y 11 años de edad. Fueron siete años maravillosos en los que, además de adquirir sus hábitos de la lectura, aprendió el manejo del inglés, idioma que domina a la perfección gracias a la necesidad de aprenderlo rápido, ya que para iniciar sus estudios debía conocerlo.
 
“Me tocó repetir el kínder porque no sabía inglés y lo aprendí muy rápido, en tres meses ya lo hablaba perfecto”, expresó María Alejandra, quien de paso sea dicho, se destacó desde muy niña por ser muy destacada en sus estudios “de hecho fui una muy buena estudiante, allá me gané varias becas”.
 
Con lo que no contaba, era que al regresar a Colombia le iba a tocar de nuevo aprender el español “cuando volví a los 11 años ya no sabía hablar tanto el español y me tocó repetir quinto grado pero gracias a mi disciplina ese año fui la excelencia académica y la mejor en ortografía”.
 
Ese nivel académico, sumado a las ganas de superación, motivaron en ella un acto de generosidad con sus padres, decidió realizar el catálogo de fotos para pagar su ingreso a la universidad “mi sueño siempre ha sido estudiar, eso lo tengo muy claro. A mí me tocó hacer este catálogo para recoger fondos para entrar a la Universidad. Fue un acto de independencia, no muchas personas pueden darse el lujo de decir que es están pagando la universidad y ahí vamos”.
 
Esa es, sin duda alguna, una de las tareas que más han demostrado el talante del que está hecha esta hermosa pereirana “soy una persona echada pa’lante, muy luchadora y muy estudiosa, toda mi vida he sido juiciosa”. A manera de anécdota, cuenta que cuando vivía en los Estados Unidos, dijo no en un par de oportunidades a varios paseos a Disney, todo por cumplir en el estudio.
 
Así es María Alejandra, responsable, inteligente, juiciosa y llena de valores inculcados por sus padres, quienes la apoyan de principio a fin en este proceso que aún ella no se lo cree “esto era algo para mí inalcanzable, nunca pensé en participar en el Reinado de Cartagena en representación de Risaralda, sé que es algo muy importante para el departamento porque es una buena forma de promocionarlo, apenas empiezo a creerme el cuento de ser la reina de Risaralda”.
 
Los días de la reina transcurren de preparación en preparación, todo su mundo gira hoy en torno al Reinado Nacional de Cartagena, sin embargo, en la intimidad de su casa, saca el tiempo para sus tareas cotidianas “el diario vivir mío es algo muy común, muy normal; me levanto dándole gracias a Dios, hago oficio en la casa, voy a estudiar, cosas normales; un hábito mío es leer, cuando tengo la forma de hacerlo lo hago y lo disfruto; veo televisión, me encanta salir con amigos y familia, es una vida normal”.

Ejemplo a seguir
La vida de María Alejandra López Pérez, podría tomarse como ejemplo por parte de las niñas y jovencitas que, al igual que como ella lo hizo hace muchos años, sueñan con ser reinas y destacarse en la sociedad.
 
A esas niñas, María Alejandra les da un mensaje “que nada es imposible en esta vida, que todo lo que uno se proponga lo puede lograr, todas las metas que uno tenga las puede cumplir y uno tiene que tener sueños e ilusiones, tener algo por qué luchar, porque eso mismo nos da la fe y la esperanza de vivir el día a día”