Un total de 8 propietarios de bares ubicados en la Avenida Circunvalar, especialmente los del sector frente al Club del Comercio, firmaron un pacto con la Secretaría de Gobierno, la Veeduría Ciudadana y la Cárder, de autorregulación en el tema del ruido.
Durante los compromisos que adquirieron los propietarios se encuentra el de reducir el ruido gradualmente durante 8 semanas, con el fin de adquirir los límites mínimos de ruido que se pueden dar en el sector. Sin embargo, el delegado de la Cárder mencionó que se tienen que crear unos mapas de ruido para identificar en cuáles zonas se permite un máximo de decibeles, sin que se afecte a los residentes del lugar.
Compromisos
Además la Secretaría de Gobierno se comprometió a no realizar cerramientos inmediatos, sino en darle un mes a los establecimientos para que regulen el ruido y nuevamente se les realizaría una visita de vigilancia para que comiencen a cumplir con la norma.
Igualmente la presidenta de Asobares Pereira, María Camila Rodríguez, aseguró que en las próximas semanas se continuará con la firma del compromiso en otros sectores del lugar, con el fin de que los 44 bares que hay en la Circunvalar se comprometan a bajar los niveles de ruido.
Preocupación
El miedo de muchos de los residentes es que el sector no solo siga presentando estos problemas, sino que a raíz de la cantidad de bares se empiecen a ver otros fenómenos sociales, como el consumo de alucinógenos y al mismo tiempo casos de prostitución, como ocurre en algunos sitios del centro de la ciudad.
Residentes
Al igual que algunos propietarios, no todos los residentes se mostraron de acuerdo con las medidas que se tomaron.
Algunas personas le manifestaron a este medio de comunicación que muchos de los dueños de bares aseguran que no tienen presentaciones en vivo cuando si las efectúan, asimismo otros establecimientos no tienen en cuenta el pedido de la comunidad y hasta colocan los parlantes en la parte de afuera lo que genera aún más ruido para los residentes.
Además manifiestan que no es posible que la administración municipal haya permitido la proliferación de bares y menos de una forma masiva, teniendo en cuenta que desde un comienzo el sector fue catalogado como de vivienda.
En este sentido los vecinos aseguran que han tenido varias discusiones con los propietarios de bares, por las disputas de ruido que llevan a cabo algunos establecimientos con el fin de hacer más atractivo el sitio.