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Taxista murió en la vía a Armenia - El Diario del Otún - Enero 28 2013


La “Mancha amarilla” que opera en la capital risaraldense hoy se encuentra de luto, Martín Emilio Vélez Carmona, de 48 años de edad, uno de sus compañeros más apreciados y queridos por su actitud servicial y su alegría, murió en un fatal accidente de tránsito cuando cumplía con su labor.

A las 2:20 de la tarde de ayer, el taxista pereirano realizaba una carrera entre la vía Armenia-Pereira a la altura del kilómetro 6, cuando en circunstancias que son hoy investigadas por las autoridades, chocó de frente contra una buseta de servicio urbano que se movilizaba con varios pasajeros con rumbo al sector de El Jordán.


Durante el impacto un total de 11 personas resultaron heridas, mientras que Vélez conocido en el gremio como “Pinocho o Tin” y que tenía una experiencia de 15 años al volante, murió en forma inmediata quedando su cuerpo atrapado entre las latas del vehículo.


Varias ambulancias se desplazaron hasta el lugar de la emergencia y poco a poco fueron trasladando a los lesionados hasta diferentes clínicas de la capital risaraldense, donde al cierre de esta edición permanecían bajo observación médica. 
Testigos


Algunas personas que  presenciaron el choque aseguraron que se presentó después de que supuestamente Vélez, invadiera  el carril contrario con el fin de esquivar unos reductores de velocidad.


Sin embargo esta versión fue desmentida por los parientes de la víctima quienes aseguraron que su ser querido siempre se distinguió por ser hombre muy cauteloso y responsable a la hora de conducir; las autoridades trabajan para establecer las verdaderas causas.

Según se
 conoció, momentos antes del fatal accidente, el pereirano había llamado a sus hijos a quienes después de expresarles que estaba algo aburrido, les prometió que iría hasta su casa para compartir el almuerzo con ambos, momentos después perdió la vida.


Martín Emilio, natural de la ciudad de Pereira, estaba separado de la madre de sus dos hijos, pero actualmente se encontraba viviendo en unión libre con otra mujer con quien compartía un hogar en el barrio La Isla de la Ciudadela Cuba.


Uno de los sueños del taxista, recordado por sus compañeros como un hombre serio, responsable, trabajador y honesto, era el de viajar a Panamá en busca de nuevas oportunidades laborales.