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Otro menor asesinado en El Balso - El Diario del Otún - Noviembre 9 2012


Jairo Leandro Galvis Soto, de tan solo 16 años de edad, se convirtió la noche de ayer en el cuarto menor de edad asesinado en el sector El Balso del municipio de Dosquebradas.


El hecho que deja un muerto y cinco heridos, dos de ellos quienes se debaten entre la vida y la muerte, fue registrado a las 10:30 de la noche del miércoles después de que, según testigos, un desconocido lanzara una granada de fragmentación en contra de un grupo de jóvenes que compartían en medio de la vía pública.


Versiones no oficiales indican que el responsable del ataque se ubicó en la variante Sestiadero-La Popa, que pasa justo en la parte alta del sector de El Balso, y oculto en la oscuridad tiró con gran precisión el artefacto explosivo.


Gravemente heridos por las esquirlas de la granada, los jóvenes quienes son en su mayoría familiares y quienes responden a los nombres de Henry Antonio Soto, Sebastián Galvis, Jhon Jariro Cardona, Diego Fernando Mahecha, Rubén Darío Gómez y Jairo Leandro, fueron trasladados a diferentes centros hospitalarios del Municipio Industrial y la ciudad de Pereira.


El menor quien llevó la peor parte, minutos después del ataque terminó perdiendo su lucha contra la muerte mientras recibía atención médica en el Hospital San Jorge.


Mientras las víctimas aún permanecen bajo pronóstico reservado, las autoridades han iniciado una exhaustiva investigación para determinar los móviles del ataque y dar con el paradero del responsable.


Frente a lo ocurrido el Alcalde de Dosquebradas, Diego Ramos, atribuyó el caso a la guerra de pandillas por estupefacientes y repudió que sigan muriendo menores de edad.


El mandatario también expresó que se hace necesario que de nuevo al sector lleguen miembros del Ejército y la Policía Nacional, para que de manera coordinada derriben los límites imaginarios que tanta sangre han derramado.


Jairo Leandro actualmente estaba cursando 10 grado en el colegio de El Balso, donde se dio a conocer no solo por su inteligencia, sino también por su perseverancia y dedicación que lo llevaron a ocupar el primer lugar.


Con gran ilusión por superarse académicamente, el menor soñaba algún día convertirse en profesional y un hombre distinguido, sin embargo la violencia terminó apagando sus sueños para siempre.