La neumonía es un término general que hace referencia a una infección de los pulmones, que puede ser provocada por diversos microorganismos, entre los que se incluyen virus, bacterias, hongos y parásitos.
La mayoría de los casos de neumonía son provocados por virus, tales como el adenovirus, el rinovirus, el virus de la influenza (gripe), el virus sincicial respiratorio (RSV, en inglés) y el virus para influenza (que provoca crup).
A menudo, la neumonía comienza después de una infección de las vías respiratorias superiores (una infección de la nariz y la garganta), y los síntomas de la neumonía comienzan 2 o 3 días después de un resfriado o dolor de garganta.
Cuando la neumonía se presenta en la parte inferior de los pulmones, cerca del abdomen, puede producir fiebre y dolor abdominal o vómitos, aunque no produce problemas respiratorios.
Los niños con neumonía provocada por bacterias por lo general se enferman bastante rápidamente y comienzan con fiebre alta repentina y respiración particularmente rápida.
Los niños con neumonía provocada por virus probablemente tendrán síntomas que aparecen de manera más gradual, y son menos graves, pero la sibilancia puede ser más común en la neumonía viral.
Algunos tipos de neumonía producen síntomas que dan señales importantes acerca del germen que causa la enfermedad. Por ejemplo, en los niños de mayor edad y los adolescentes, la neumonía causada por micoplasma (también denominada neumonía migratoria) es fácil de detectar debido a que produce dolor de garganta, dolor de cabeza y salpullido, además de los síntomas habituales de la neumonía.
En los bebés, la neumonía causada por clamidia puede provocar conjuntivitis (ojos irritados) con enfermedad apenas leve y sin fiebre. Cuando la neumonía se debe a la tos ferina (pertusis), el niño puede tener ataques de tos prolongados, adquirir un color azulado debido a la falta de aire o hacer el clásico sonido de "silbido" al tratar de inspirar.
Según la Organización Panamericana de la Salud, las tasas de infección entre los adultos mayores son parecidas a las tasas observadas en los niños pequeños. Globalmente, la neumonía cobra la vida de un niño cada 20 segundos. En América Latina, es la tercera causa de muerte entre adultos mayores de 65 años.
Aunque se presenta con mayor frecuencia en los niños menores de 2 años, un estudio permitió concluir que también es un asesino importante entre los adultos
Día mundial
Dado su alto impacto y la existencia de medidas preventivas, en 2009 fue establecido el Día Mundial de la Neumonía, que se celebra cada 12 de noviembre.
Su propósito es crear conciencia sobre esta enfermedad y promover intervenciones para proteger a la población y prevenir las infecciones.
La neumonía se manifiesta con dificultad respiratoria, fiebre con o sin escalofríos, y tos. Las personas con enfermedades crónicas o aquellas cuyo sistema inmune está debilitado son más susceptibles de padecerla. Por tanto, quienes sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma, diabetes, problemas cardiovasculares o VIH tienen mayor riesgo.
“Aunque el neumococo es la primera causa de la neumonía, también puede ser causada por otras bacterias o por virus -afirma el médico infectólogo Juan Manuel Gómez-. La influenza, por ejemplo, puede causar neumonía viral y, eventualmente, complicarse con infección bacteriana”.
Las medidas de higiene, como el lavado de manos o el uso de tapabocas en la persona afectada, contribuyen a prevenir la infección. Sin embargo una de las medidas fundamentales para prevenir la neumonía por neumococo son las vacunas, tanto en población pediátrica como en adultos, por lo cual es muy importante consultar al médico sobre los esquemas de vacunación según la edad y otros factores de riesgo.
“La neumonía se puede tratar con antibióticos o antivirales –añade Juan Manuel Gómez–. Es indispensable que se acuda al médico cuando se presume que la persona presenta esta patología, pues la demora en inicio de antibióticos puede producir un cuadro de sepsis complicada”.
Cada año en Colombia se presentan 160.000 casos de neumonía bacteriana en mayores de 15 años, de los cuales 6.488 provocan la muerte.
Signos y síntomas
Los síntomas pueden variar según la edad del niño y la causa de la neumonía, pero entre los más comunes se incluyen:
→ Fiebre
→ Escalofríos
→ Tos
→ Congestión nasal
→ Respiración atípicamente rápida (en algunos casos, este es el único síntoma)
→ Respiración con resoplidos o sibilancia
→ Respiración trabajosa que provoca que los músculos de las costillas se retraigan (cuando los músculos debajo de la caja toráxica o entre las costillas se atraen con cada respiración) y produce aleteo nasal
→ Vómitos
→ Dolor de pecho
→ Dolor abdominal
→ Disminución de la actividad
→ Falta de apetito (en niños mayores) o alimentación deficiente (en lactantes) que puede producir deshidratación
→ En casos extremos, coloración azulada o grisácea en los labios y las uñas