Un malestar general causan las calles rotas y los escombros abandonados producto, de arreglos que se realizan en el espacio público en algunos sectores de la ciudad.
Calles rotas y escombros amontonados en las aceras hacen parte del paisaje que Gloria Inés Morales, habitante del barrio Matecaña, debe ver todos los días desde hace tres meses cada vez que sale de su casa.
La razón, en enero arreglaron una tubería que se encontraba averiada, pero los encargados de la obra no se tomaron la molestia de botar la tierra removida, ni de tapar el hueco que realizaron. Según explicó Morales, desde el pasado enero espera que alguien regrese para reparar el daño causado al espacio público.
“Estamos cansados que siempre hagan lo mismo cada vez que ocurre un daño, vienen, rompen, arreglan el tubo averiado, y se marchan dejándonos a nosotros los huecos y los restos de la tierra, y nos preguntamos es que acaso no merecemos que hagan la obra completa, que dejen el espacio público como lo encontraron para que nuestros niños no tengan riesgos de accidentarse”, dijo Morales, quien pidió a la empresa encargada del acueducto una rápida intervención a este sector donde las calles permanecen deterioradas y rotas debido a los arreglos que allí se hacen.
“Nada más la semana pasada se presentó otro daño a media cuadra y volvieron e hicieron lo mismo, abrieron el hueco, repararon el tubo que tenía una fuga de agua y se fueron y lo más seguro es que la calle se va quedar rota quién sabe por cuánto tiempo, yo desde hace tres meses espero que tapen el hueco que dejaron afuera de mi casa” agregó Morales.
De esta manera la inconformidad y las quejas crecen entre los ciudadanos sin que sean atendidas por ninguna autoridad.
Otras situaciones similares se presentan en algunos sectores de la ciudad donde aumentan los huecos y los escombros de los arreglos a medias que realizan las empresas públicas a los daños que se presentan con el acueducto. En el barrio San Joaquín en Cuba, también se puede apreciar un hueco de gran dimensión producto de una obra sin terminar que ya lleva más de un mes sin que nadie dé razón o responda por esta situación.
“Cuando hagan las obras que las hagan completas”, concluyó Morales, quien seguirá esperando que un día cercano pueda abrir la puerta de su casa y encontrar la calle en buen estado que permita a los conductores tener más comodidad a la hora movilizarse.