Un total de 77 mil habitantes del Área Metropolitana Centro Occidente que comprende Pereira, Dosquebradas y La Virginia, viven del rebusque según el Dane.
Una reveladora cifra del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, señala que en el trimestre noviembre-enero del presente año, 77 mil ciudadanos del Área Metropolitana Centro Occidente que comprende los municipios de Pereira, Dosquebradas y La Virginia, viven del trabajo informal o el denominado popularmente como rebusque.
Igualmente el Dane indica que el problema del desempleo lo viven aproximadamente 52.000 personas en estos tres municipios y otras 34.000 se ven obligadas a trabajar en algo diferente a lo que estudiaron.
Estas cifras que reflejan la amarga realidad de la región en cuanto a empleo se trata se pueden evidenciar en las principales calles de la ciudad, en las cuales abundan los miles de pereiranos que no tuvieron oportunidades laborales o acceso a un trabajo formal y se vieron obligados a vivir de la informalidad y esquivar así el atroz desempleo.
Vender minutos a celular, películas, tintos, comida, controles remotos y hasta imitar a los transeúntes, son algunos de los tantos oficios que los ciudadanos han rebuscado para poder sostenerse y aliviar la situación económica de sus familias, quienes diariamente deben cazar una pelea con las autoridades que buscan garantizar el espacio público de los ciudadanos.
Y es que el rebusque que es la opción de trabajo de miles de personas se convierte también en un problema de espacio, pues cada día los peatones encuentran menos lugares por donde movilizarse, los andenes se quedan pequeños, en las calles no caben ni los carros, y el desorden acaba con la estética del centro comercial del eje cafetero: Pereira.
Igualmente la incomodidad del transeúnte que al salir al centro debe encontrarse con un mimo imitándolos se suman a la larga lista de problemáticas que se desprenden del desempleo.
Es así como la falta de opciones laborales no solo privan a algunos ciudadanos a un derecho sino que también le niega la posibilidad a toda la población de acceder al espacio público, y con ello una ciudad que no está preparada para el eminente futuro turístico, por lo que las autoridades deberán generar alternativas que cambien el triste panorama de ver adultos mayores o personas en condición de discapacidad rebuscándose el alimento de cada día.
