
Ayer en horas de la mañana falleció de una afección cardiaca la artista más importante de la región. Su última voluntad fue exponer sus obras en Pereira.
Tras pasar 17 días en cuidados intensivos, ayer en horas de la mañana falleció de una afección cardiaca la artista más importante de la región. Su última voluntad fue exponer sus obras en Pereira.Más de 250 obras con un valor incalculable fueron el último regalo que Lucy Tejada dejó para su trasnochadora y morena tierra natal.
“Ella firmó en notaría que nos estregaba a Pereira su obra para que se realizara un museo con su nombre, en lo posible en el Centro Cultural Lucy Tejada, edificio que tiene su nombre pero ninguna muestra de su trabajo”, anunció Martha Lucía Eastman Vélez, amiga cercana de la artista desde hace más de 20 años y coordinadora de la Oficina de Extensión Cultural y Protocolo de la Universidad del Área Andina.
Eastman Vélez señaló que la construcción del museo Lucy Tejada ya se estudió con las autoridades locales, “nosotos venimos en comunicación con la Alcaldía y los gobernantes electos quienes gestionarán en los próximos 4 años que esto se haga realidad”.
Para la líder cultural es una lástima que Lucy Tejada no presencie la apertura de este museo, el cual tendría quizás la exhibición de arte más importante para Risaralda teniendo en cuenta la autora, “yo quería que se realizara antes de su muerte, pero no lo logré, lo que me causa mucha tristeza”, afirmó.
La pintora, dibujante, grabadora y muralista Lucy Tejada nació en Pereira el 9 de octubre de 1920. Aunque vivió en Cali la mayor parte de su vida, Pereira le debe el reconocimiento internacional de esta tierra, “ella nos representó en todo el mundo, la gente la admiraba mucho porque su obra es exquisita”, dijo Eastman Vélez.
Cada año Lucy Tejada viajaba hasta Pereira para acompañar a su amiga Eastman Vélez durante la celebración de la Cruzada de los Artistas que se desarrolla en la instalaciones del Club del Comercio, “este año por su estado de salud no pudo asistir, pero en su nombre envió un cuadro para ser donado entre los asistentes en conmemoración de los 25 años del evento, allí ella anunció que haría la donación de más de 250 obras”.
Según Eastman Vélez, los últimos días de su vida Lucy Tejada se dedicó a gestionar el Museo de Pereira Lucy Tejada, “nosotros viajamos hace dos meses para estudiar algunos detalles sobre el tema”. Por ahora las obras que la artista donó a Pereira se encuentran guardadas en Cali en espera de una noticia positiva por parte de las autoridades locales.
Mujer Valiente

Valencia habló de la mujer que fue padre, madre y modelo de vida, “sola nos sacó adelante a mi hermana y a mi”, y a la que tanto admiró por su tenacidad, “pintó como ella quiso, fue una mujer que irrumpió en un mundo de hombres cuando en esa época eran pocas las que avanzan”.
Cuenta además que desde muy niño creció con la imagen de su madre como una gran artista, “cuando yo tenía 9 años ella ya ganaba premios, yo crecí en ese mundo viendo a mi mamá como una figura pública”.
Como artista, Valencia asegura que su madre siempre estuvo dispuesta a correr riesgos, “aprendió técnicas, cambió, ella no repetía, siempre se enfrentó a descubrir cosas nuevas, diferentes, por eso su obra es tan rica”.
Por su carácter y equilibrio Valencia siempre la admiró, “tenía muchos elementos para uno quererla y recordarla. Su equilibrio, su sentido de la justicia, su bondad y fortaleza fue lo que siempre le admiré. Como artista, su honestidad, no pretendía agradarle a nadie, hacía lo que quería”.
Según su hijo mayor, Lucy Tejada reconocía la diferencia entre sensibilidad y sensiblerías, “son cosas muy distintas, sentía el dolor ajeno, le dolían las cosas malas del mundo”. El don de la palabra también se le adjudicó a la artista pereirana de nacimiento y caleña por adopción. “Ella era concreta, precisa. Tenía la capacidad de decir las cosas como son y de ser irónica y tenía un gran sentido del humor, nos hacía reír bastante”.
De niña estudió su bachillerato en el Liceo Benalcázar, donde además fue una de las primeras mujeres bachilleres en el departamento del Valle del Cauca. En una época Tejada se interesó por la obra de Fernando Obregón, el pintor además la convenció de abandonar su carrera en Arte y Decoración que cursaba en la Universidad Javeriana para estudiar Bellas Artes. “Mi madre ganó tantos premios de pintora como dibujante, era excelente. Entre sus muchos reconocimientos está el Premio Nacional por su obra Mujeres Sin Hacer Nada en 1957”.
Los cuatro nietos de Lucy Tejada heredaron su vena artística, “mi hijo es músico profesional, mis sobrinas diseñadoras y también hay un arquitecto en la familia”. Lucy amaba los gatos, sobre todo los que hacía su hermano y también artista, Hernando Tejada.