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Ahora los cinturones son inflables-El Diario del Otún-Noviembre 8-2011

Por primera vez en la historia del mercado automotor colombiano, una SUV se sale del molde en tecnología de seguridad para extender su esquema de máxima protección a todos los ocupantes, incluso a los de las plazas traseras.

En efecto, Ford Motor Colombia trae en exclusiva los primeros cinturones de seguridad inflables, incorporados en su camioneta Explorer 2012, en donde se combinan los atributos de los cinturones de seguridad tradicionales con los de las bolsas de aire.

En uso cotidiano, los cinturones inflables operan de manera convencional, y son seguros y compatibles con sillas para bebés y asientos infantiles.

Pero en caso de un choque frontal o lateral, los sensores de seguridad de la Explorer determinan la gravedad de la colisión en menos de un parpadeo y acto seguido, la bolsa en el cinturón que está plegada como un acordeón, atraviesa la tela del mismo mientras se llena con gas frío comprimido, expandiéndose hacia los lados sobre el torso y hombro del ocupante en aproximadamente 40 milisegundos.

El cinturón inflado distribuye la energía del choque en un área del cuerpo cinco veces mayor a la sujetada por un cinturón tradicional, lo cual expande su rango de protección y reduce el riesgo de lesiones, proporcionando también apoyo adicional a la cabeza y el cuello.
 Además, su mayor diámetro sujeta con más efectividad a los ocupantes en la posición de sentado apropiada.

Después de su despliegue, el cinturón permanece inflado durante varios segundos antes de que el aire se disperse por los poros de la bolsa.

El uso de gas comprimido frío en lugar de una reacción química que genere calor, típica de los sistemas de bolsas de aire, evita que los usuarios sientan los cinturones inflados más calientes que la temperatura ambiente. También se llenan a una presión más baja y a un índice más lento que las bolsas de aire tradicionales, pues el dispositivo no necesita llenar un espacio entre el cinturón y el ocupante.

En una investigación realizada por Ford en los Estados Unidos, más del 90 % de quienes probaron estos dispositivos descubrieron que eran similares o más cómodos que un cinturón tradicional, porque se sentían acolchados y más suaves.
Ese factor de comodidad podría ayudar a mejorar el índice de uso del cinturón trasero, que en USA es sólo del 61 %, frente al del uso del cinturón en asientos delanteros que es del 82 %, según cifras de la Administración Nacional de Seguridad en Carreteras.