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Pereira celebró con civismo - El Diario del Otún -Julio 21 2011




Pereira celebró los 201 años del grito de Independencia de Colombia con una masiva marcha por las principales calles del centro de la ciudad.

Con una multitudinaria presencia de pereiranos,  la capital del departamento se sumó a las celebración a nivel nacional con una amplia participación de las instituciones educativas.

El desfile cívico militar contó con la presencia de personal del Batallón de Artillería San Mateo, la Policía Metropolitana al igual que el Cuerpo de Bomberos entre otras instituciones emblemáticas de la ciudad.

De igual manera el recorrido estuvo acompañado por las bandas marciales y alumnos de diferentes instituciones educativas entre las cuales se destacaron el colegio Inem Felipe Pérez y el Colegio Militar General Rafael Reyes, entre otros, que apoyaron la iniciativa del homenaje.

Los asistentes atiborraron las calles con banderas tricolores de diferentes tamaños para hacer parte de esta conmemoración  histórica a los héroes de la patria y a los humildes soldados que lograron la libertad.

La celebración culminó en la Plaza Cívica Ciudad Victoria con los actos protocolarios de izada de bandera, ofrenda floral al Libertador y la entonación de los himnos nacional, departamental y municipal como símbolo de patriotismo.

 La banda sinfónica de Pereira realizó un concierto donde se interpretaron una serie de canciones  representativas de la cultura nacional.

Historia
El 20 de julio 1810, según la historia, se presentó don Luis de Rubio en el almacén de Llorente y después de hablarle del anunciado banquete a Villavicencio, le pidió prestado el florero para adornar la mesa. Llorente se negó a facilitar el florero y por  esta razón indios, blancos, patricios, plebeyos, ricos y pobres empezaron a romper a pedradas las vidrieras y a forzar las puertas.

El virrey don Antonio Amar y Borbón desde su palacio, observaba con alarma la situación que se escapaba de sus manos; la guardia que era por cierto muy escasa, estaba al mando de Baraya, quien rápidamente puso las tropas al servicio de la revolución, a tal punto que los cañones se enfilaron hacia el palacio del virrey.

Reunido el Cabildo, se procedió a elegir una Junta Suprema de Gobierno; la cual se encargaría del gobierno y se desconocía la autoridad del virrey. Allí la libertad da su primer paso.