Alfredo Cardona Tobón
El barrio Cuba alberga la tercera parte de los habitantes de Pereira, tiene alrededor de 250.000 personas, lo que constituye la tercera comunidad de Risaralda después de Pereira y Dosquebradas, y es una entidad autónoma, de donde no se necesita desplazarse a otro sitio de la ciudad, pues cuenta con todos los servicios de una población moderna.Es difícil imaginar que Cuba con estación de Megabús, hospital, plaza de mercado, activo centro comercial y decenas de barrios satélites, fue un conglomerado de viviendas de guadua y cartón, adonde llegaron desplazados del Occidente de Caldas, del Tolima y del Valle del Cauca buscando el alero generoso de la Perla del Otún. Nadie imaginó en 1947, que esa concentración de personas sin comida y sin trabajo constituiría un gran fenómeno social y económico, y cuya gente decide hoy, el rumbo de Pereira y del departamento de Risaralda.
Exiliados

En 1960 el médico Mario Gartner T. adelantó un estudio que mostró la pavorosa e indescriptible pobreza en Pereira, en pequeños espacios se apretujaban hasta diecisiete personas y miles de viudas y huérfanos buscaban desesperadamente un trozo de pan. Ante tales circunstancias el alcalde Emilio Vallejo Restrepo interesó al Instituto de Crédito Territorial para que adelantara un plan de autoconstrucción en la “lejura” de Matecaña. En 1960 se entregó el primer lote y en febrero de 1961, con una misa, se oficializó la fundación del barrio.
La idea inicial era entregar lotes de 161 metros cuadrados y 7,23 metros de frente para que las familias hicieran su rancho al fondo y poco a poco lo fueran mejorando. No había electricidad, ni alcantarillado ni acueducto. La premura era tanta que cualquier situación era mejor que tener a las familias viviendo en cualquier parte sin un techo que las protegiera.
Nace el barrio

Como Cartago se oponía a la contaminación del rio Consota, el problema del alcantarillado no parecía tener solución. Por presión de la gente el Instituto de Crédito Territorial envió a un experto en alcantarillados; los dirigentes comunales dialogaron con el técnico gringo y, entre aguardientes y rancheras, le propusieron que en vez de llevar las aguas negras al río Consota se derramaran en la quebrada del Oso. El norteamericano trazó un mapa y prometió ayudarles. Las autoridades centrales, que daban el visto bueno, aceptaron la propuesta sin caer en la cuenta de que la quebrada del Oso desembocaba en el río Consota y Cuba atuvo su alcantarillado.
La unión
Un Comité Cívico impulsado por la socióloga María Piters empezó a sesionar el dos de julio de 1961 y con el apoyo de la comunidad holandesa y de la Administración Municipal impulsó la construcción de vías de acceso y la extensión de la red eléctrica. Siguiendo la tradición pereirana se multiplicaron los convites, el espíritu cívico fue en aumento y el barrio Cuba, considerado como “zona negra”, empezó a transformarse.
La Cuba de hoy es una ciudad dentro de Pereira, con desarrollo, poder y autonomía, y gran parte de su progreso se debe a la labor del padre franciscano Fray Arturo Calle Restrepo, primer cura de la parroquia.
El padre Calle con sesenta jóvenes pertenecientes a notables familias de la “Perla del Otún”, desarrolló una eficiente labor de integración social que elevó la autoestima de los muchachos del barrio.
Fray Arturo fundó la “Cooperativa de Ahorro y Crédito”, la “Junta de Acción Comunal”, la “Tropa Scout”, “La Juventud Franciscana”, un dispensario médico y el “Instituto Obrero”. Con el sacerdote, la comunidad de Cuba sacudió la desidia de la dirigencia local, que miraba al barrio como una culebra que se les estaba trepando pierna arriba e impulsó a los líderes populares que comenzaron a influir no sólo en el barrio Cuba sino en los destinos de Pereira.
Lucha
La voluntad de lucha del naciente barrio se vio en 1963 con el traslado de la iglesia de guadua al sitio que hoy ocupa el templo. Fue un domingo. Cuba entero se movilizó: unos desclavaban tablas y cuartones, otros cargaban la madera y los más expertos aseguraban los basamentos y las cumbreras. A las cuatro de la tarde se daban los últimos toques y con el sonido del Angelus empezó la misa tal como se había planeado al principio de la jornada.
Moderno
El rancherío hecho con adobe y deshechos se convirtió en menos de medio siglo en un enorme y moderno barrio cruzado por una amplia avenida, con bancos, hospital y clínicas, centros de enseñanza media, galerías, variada zona comercial y edificios de apartamentos..
Lejos quedó la época en que César Gaviria y a los “gomelos” seguidores de Camilo Mejía iban a sabotear las manifestaciones populares de Cuba. El enorme potencial electoral del barrio lo ha convertido en actor y en árbitro de los destinos de Risaralda. Cuba elige diputados y varios concejales y de su comunidad han salido viceministros, secretarios de despacho departamental y prominentes ciudadanos en todos los campos. Cuba es una inspiración para las comunidades deprimidas y un ejemplo de lo que puede el pueblo cuando tiene al frente dirigentes como Fray Arturo Calle y Ennio Quiceno, Reynaldo Galvis, Nestor Britto y otros ciudadanos que se la jugaron toda por el progreso y el desarrollo de su gente.
Lucha
La voluntad de lucha del naciente barrio se vio en 1963 con el traslado de la iglesia de guadua al sitio que hoy ocupa el templo. Fue un domingo. Cuba entero se movilizó: unos desclavaban tablas y cuartones, otros cargaban la madera y los más expertos aseguraban los basamentos y las cumbreras. A las cuatro de la tarde se daban los últimos toques y con el sonido del Angelus empezó la misa tal como se había planeado al principio de la jornada.
Moderno

Lejos quedó la época en que César Gaviria y a los “gomelos” seguidores de Camilo Mejía iban a sabotear las manifestaciones populares de Cuba. El enorme potencial electoral del barrio lo ha convertido en actor y en árbitro de los destinos de Risaralda. Cuba elige diputados y varios concejales y de su comunidad han salido viceministros, secretarios de despacho departamental y prominentes ciudadanos en todos los campos. Cuba es una inspiración para las comunidades deprimidas y un ejemplo de lo que puede el pueblo cuando tiene al frente dirigentes como Fray Arturo Calle y Ennio Quiceno, Reynaldo Galvis, Nestor Britto y otros ciudadanos que se la jugaron toda por el progreso y el desarrollo de su gente.